El incendio de Campofrío se ha colado este año como uno de los protagonistas del XXV informe anual alaborado por el Colegio de Economistas y en el que se asegura que se ha notado ya su impacto en los últimos meses de 2014 y en el que se anticipa que tendrá una «importante repercusión negativa que se pondrá de manifiesto en los próximos meses». Un daño colateral que, según comentó su decano, Carlos Alonso de Linaje, se dejará notar en el Producto Interior Bruto (PIB)de la provincia del año 2015.

Ese fue, junto al mal comportamiento del consumo interno en la provincia, una de las pocas sombras de un análisis en el que el decano de los economistas destacó que 2014 ha sido sensiblemente mejor que 2013, en casi todos los parámetros medibles, y en el que afirmó que todos los indicadores apuntan a que 2015 aportará cifras más positivos.

Alonso de Linaje detalló que buena parte de la culpa de que la economía burgalesa cierre 2014 con un incremento del PIB del 1,5% (una décima más que la estimación que hace el Banco de España para el conjunto del país) hay que buscarla en el buen comportamiento de la balanza comercial. Porque aunque las exportaciones cayeron un 5,1%, las importaciones retrocedieron un 14,2%. Eso hace que la tasa de cobertura se sitúe en el 149,8%, un índice «desconocido»y que deje un saldo superavitario de 747 millones de euros.

En relación con los datos del desempleo, destacó que los 1.300 nuevo cotizantes de 2014 que muestran la última EPA son un dato incontestable aunque, preguntado por el empeoramiento de las cifras en los últimos meses, también explicó que si bien Burgos tardó «dos años más» que en otros puntos de España en notar la crisis, ahora podría tardar también algo más en salir de ella.

Más allá del saldo entre las exportaciones y las importaciones, Alonso de Linaje puso el acento en el «buen comportamiento» de la industria agroalimentaria, de la automoción y del turismo han sido importantes también en el crecimiento de la economía burgalesa.

Sobre el sector eléctrico manifestó que una posible vuelta a la actividad de la cetral nuclear de Santa María de Garoña podría tener un efecto positivo en el PIB de 2015. Fue precisamente su parada la que hizo que hace un año se le achacar el retroceso del 1% en la economía burgalesa.