Doce años de experiencia a favor del medio ambiente se ponen ahora al servicio de los emprendedores o de empresas consolidadas en este sector que necesitan apoyo en tiempos de crisis. La Fundación Oxígeno quiere aportar así su granito de arena para intentar paliar la situación de desempleo que vive el país. Y lo hace abriendo un espacio tanto físico como virtual donde compartir conocimientos, formación o servicios a través de acuerdos que firmará con distintas entidades públicas y privadas.
Un total de 17 emprendedores ‘verdes’ se han sumado a la iniciativa que puede entenderse como un vivero, un espacio de coworking (compartir oficina) o una aceleradora de empresas. Para unos se trata de su primera incursión en el mundo empresarial, mientras que otros han recorrido parte del camino pero reclaman otras necesidades como un espacio físico más económico o contactos profesionales con los que poder continuar y enriquecer su proyecto.
Bajo la denominación de El Hueco Verde, las instalaciones se encuentran en dependencias de la Fundación Oxígeno ubicadas junto a la cárcel de Burgos. Es allí donde está la sede y las aulas de formación. Pero más allá del lugar físico, este espacio permitirá poner en contacto a emprendedores y empresas que necesitan de sus servicios, recibir asesoramiento técnico, así como de voluntarios seniors con experiencia en distintos sectores, y participar en rondas de presentación de proyectos ante posibles inversores.
Los emprendedores no pagarán cuota alguna por hacer uso de este servicio. La moneda de cambio será el trueque a través de las actividades que realiza cada empresa. Es más, el presidente de la entidad, Roberto Lozano, explica que la intención es que durante el primer año se ahorren los gastos del alquiler o de la gestoría. «Es un lugar dinámico y abierto», agrega.
El Hueco Verde tiene como padrino al escritor y periodista Enrique del Rivero, al que ayer se unió en la presentación del espacio el actor Sergio Pazos, conocido por programas como Caiga Quien Caiga y voluntario de la Fundación. Sus primeros ocupantes desarrollan actividades diversas, todas ellas relacionadas con el medio ambiente, que van desde las artes plásticas, al asesoramiento y la ingeniería, pasando por la educación, los estudios de fauna y flora, las actividades ecuestres, los viajes rurales y la carpintería ecológica.
Los requisitos para formar parte de este proyecto son muy sencillos, además de que sus usuarios no tienen un tiempo límite de estancia. En este sentido, Lozano explica que se realizará un pequeño proceso de selección para «identificar» el ánimo emprendedor de los solicitantes, además de llevar a cabo un análisis para determinar que se trata de una iniciativa medioambiental y viable.
El Hueco Verde burgalés es la segunda experiencia de estas características que la Fundación Oxígeno pone en marcha en Castilla y León. Hace un año inició su andadura el de Soria, que actualmente cuenta con 17 emprendedores, además de haber realizado 41 jornadas de formación y llegar a acuerdos con entidades locales como la Federación de Empresarios soriana, el BBVA y Caja Rural, a los que se unirán los que en estos momentos están proceso con el Ayuntamiento de la capital y la Universidad Complutense.
Para su primer mes de vida, la aventura verde de Burgos ya tiene programadas distintas actividades. El próximo martes, 5 de marzo, habrá una jornada formativa en materia medioambiental y empresarial, mientras que la semana siguiente se celebrará un encuentro con empresarios del sector que girará en torno a los caracoles y las setas. (Más información sobre la iniciativa en la avenida Costa Rica número 130, en el teléfono 947465101 o en la dirección de correo info@elhuecoverde.org).