El sepulcro de Leonor de Castilla retoma su forma y tamaño original

I.M.L. / Caleruega
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Las labores de restauración de la pieza del siglo XIII han servido para analizar todos los detalles de esta obra, que guarda en muy buen estado los restos de la hija de Alfonso X

Enrique Saiz se agacha para observar el resultado de la restauración, junto a autoridades civiles y religiosas. - Foto: DB

El sepulcro de Leonor de Castilla, hija de Alfonso X ‘El Sabio’ y la reina Violante de Aragón, ya está de vuelta en el Monasterio de las Madres Dominicas de Caleruega tras la restauración a la que ha sido sometido en el Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Castilla y León, tutelado por la Consejería de Cultura de la Junta. Allí, un grupo de expertos en diversas disciplinas, han realizado un concienzudo estudio del continente y del contenido y han rehecho el sepulcro como pudo ser, incluyendo los restos originales que aún se conservan.

La forma del sepulcro se ha copiado de otros coetáneos, de los pocos medievales que se conservan en España. «Era un reto, una dificultad añadida intentar devolver la percepción del volumen del sepulcro y aproximarnos a la decoración que tenía», aclaró la directora del Centro de Restauración de Simanca, Milagros Burón. Y es que en 1933 se realizó una reducción de lo que quedaba del sepulcro original, que estaba en muy mal estado de conservación, perdiéndose así el diseño original.

En concreto, los restos originales que se conservan son los tres leones tallados que sirven de soporte al sarcófago y parte de la decoración, realizada sobre pergamino policromado con lacas y oro y que se pegó al sepulcro. Esta decoración se cree, siguiendo los gustos medievales, que es una reiteración continua de los símbolos de la corona, leones y castillos, que se encontraba en todas las caras del sepulcro, incluida la tapa.

Aprovechando los trabajos de estudio, se han analizado también los restos de la Infanta Leonor. Con modernas tecnologías se ha constatado que es ella, por ser mujer y por una marca en la parte frontal del cráneo que es genética, y se ha hecho una descripción de cómo era. «Medía 1,73 metros, buena moza para su edad, teniendo en cuenta que murió a los 17 años, y decía un colega acostumbrado a analizar las proporciones faciales, que era guapa», apuntó Burón. Las investigaciones siguen en el ámbito antropológico y forense porque se están estudiando sus ropajes y las posibles causas de la muerte.

 El director de Patrimonio Cultural de la Junta, Enrique Sáiz, acompañado por el alcalde de Caleruega, José Ignacio Delgado, el delegado de la Junta en Burgos, Baudilio Fernández Mardomingo y la madre superiora de la congregación, Sor Margarita, presidió esta entrega de esta pieza de arte funerario. Sáiz destacó el valor patrimonial de este sepulcro y el gran trabajo realizado con él. «Se ha hecho una labor magnífica de recuperación al tiempo que se ha hecho un trabajo histórico para conocer cómo estaba ese mausoleo», indicó el responsable de la Junta.

Por su parte, la madre superiora Sor Margarita se mostró emocionada, al igual que el resto de la congregación compuesta por 13 religiosas, y tuvo un recuerdo para Sor Carmen González, que fue archivera del monasterio dominico, fallecida el pasado mes de noviembre. «Ella desde el cielo está contemplando esto porque tenía un interés impresionante por recuperar y que estén con dignidad los restos de la Infanta Leonor», recordó la religiosa.