Las primas a las renovables suman en 12 años 1.358 millones de euros

B.G.R. / Burgos
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Más de la mitad han ido a parar a parques eólicos, mientras que el 33% a las instalaciones de cogeneración. La fotovoltaica y la hidráulica se reparten cada una un 3% de las bonificaciones recibidas entre los años 2000 y 2011

Imagen de un parque eólico en las cercanías de la capital burgalesa. - Foto: Alberto Rodrigo

Las energías renovables están en el punto de mira. Si 2012 resultó un año cuanto menos convulso, debido a la suspensión temporal de las primas para las nuevas instalaciones, 2013 ha comenzado con fuerza. Primero por la aplicación de nuevos impuestos, y después por los cambios que afectan a las tarifas del sistema que, a juicio del sector, suponen un fuerte descenso de las bonificaciones.

Las primas permiten que las instalaciones de generación eléctrica de régimen especial sean rentables a largo plazo. En los últimos doce años, de 2000 a 2011, y prácticamente desde su puesta en marcha, que fue en 1999, la provincia de Burgos recibió 1.358 millones de euros en este concepto, que fueron a parar a distintos tipos de energías verdes, según datos de la Comisión Nacional de Energía a los que ha tenido acceso este periódico. El 53,6% del montante global se lo llevó la eólica, o lo que es lo mismo, 728,57 millones, mientras que el 33% (446,33) fue a parar a las de cogeneración, aquellas que producen de forma simultánea electricidad y calor.

 La proporción respecto al total del resto de retribuciones por fuentes de producción energética es bastante menos significativa. Así, las instalaciones para tratamiento de residuos obtuvieron 79,74 millones de euros, un 5% del conjunto; las fotovoltaicas 47,10 millones (3,5%); las hidráulicas 45,33 (3,3%) y, por último, las de biomasa, 11,32 millones, lo que no llega ni al uno por ciento.

En este reparto de las retribuciones se ve claramente la evolución de los distintos tipos de energía verde, así como el incremento exponencial de las mismas. Las más recientes en el sistema son las de biomasa, que solo se han concedido en los años 2010 y 2011, mientras que las más veteranas son la eólica y la de cogeneración. El montante económico para esta última se mantiene más menos estable en torno a los 30 o 40 millones de euros al año. Sin embargo, el de los molinos de viento ha evolucionando desde los 8,75 millones de euros de 2000 a los 118,79 de 2011, que, por otro lado, no es la mayor cuantía registrada, título que se queda 2010 con 122,51.

También ha sufrido un importante incremento la fotovoltaica, si bien las retribuciones a esta fuente verde de energía solo se recogen a partir de 2003. Ese año la prima fue testimonial en la provincia,  0,03 millones, que contrasta con los 12,68 de 2011. En cuanto a las fuentes hidráulicas y de tratamiento de residuos, las primas repiten anualmente ayudas, que pueden oscilar entre un mínimo de 2,92 y un máximo de 4,57 millones para las primeras, y entre los 2,99 y 11,87 para las segundas.

En cualquier caso y a falta de conocer los datos provinciales de 2012, estas bonificaciones han evolucionado en su conjunto de los 48,3 millones recibidos en 2000 a los 1.358 de 2011. El mayor incremento se han dado en 2009, un 43% más que el ejercicio anterior. A diferencia de lo que ocurre en el conjunto de España, en Burgos la eólica es la que más primas ha recibido, por delante de la fotovoltaica. No obstante, hay que tener en cuenta que desde el pasado mes de febrero se han paralizado las bonificaciones a las nuevas instalaciones.La cuantía total en el conjunto de España ascendió el año pasado a 8.500 millones.

«Sector estratégico»

El senador burgalés del PSOE Ander Gil considera que las renovables constituyen un sector «clave y estratégico» de futuro, además de un motor generador de empleo, por lo que lamenta que se encuentren paralizadas desde febrero del año pasado para las nuevas instalaciones. «Cuando se criticaba al anterior Gobierno por parte del Partido Popular de que no realizaba inversiones estábamos haciendo mucho más de lo que parecía en ámbitos económicos que sí que son una alternativa a nuestro sistema productivo, a nuestro modelo de desarrollo económico», manifiesta el político socialista.

En su opinión, la moratoria actual supone una «pérdida de inversión para la provincia», a pesar de que se salven aquellos proyectos que se encuentran en el registro de preasignación. En cualquier caso, para Gil queda claro que el Ejecutivo de Zapatero apostó por las renovables y que el actual, sin embargo, ha aprobado una serie de medidas que reducen las ayudas, lo que traerá consigo, según sus cálculos, la pérdida de unos 4.000 empleos en la provincia de Burgos y de 35.000 en toda la comunidad Castilla y León.

El representante del Partido Socialista pone de relieve la «incertidumbre» que existe en el sector por los cambios que está viviendo en el último año. En este punto, subraya que la situación es «demoledora» para algunos empresarios de la provincia, ya que se ha visto agravada por una subida impositiva del 7%.