UGT Castilla y León apuesta por regular el fracking

ICAL
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La compañía Shale Gas explora la zona norte de la provincia de Burgos para desarrollar una técnica que "no tiene riesgos para la salud"

El secretario general de la Federación de Industria y Trabajadores Agrarios de Castilla y León, Manuel López, ha abogado hoy en Burgos por poner en marcha una legislación que regule las técnicas de fracking en la Comunidad, al tiempo que se desarrollen informes para conocer las consecuencias que podrían tener este tipo de técnicas en las personas y en la naturaleza.

 

Expertos en hidrocarburos y en proyectos relacionados con las técnicas de fractura hidráulica o fracking han analizado hoy en Burgos las consecuencias que este tipo de técnicas pueden tener en la salud y en el medio ambiente durante la Jornada ‘Hidrocarburos no convencionales ¿Una oportunidad? Explorar para conocer, conocer para decidir', que se ha desarrollado en el Aula Magna de la Universidad de Burgos, con la organización de la Unión General de Trabajadores de Castilla y León.

 

El secretario general de la Federación de Industria y Trabajadores Agrarios de Castilla y León, Manuel López, ha dado la bienvenida a los participantes en una jornada en la que se ha hablado mucho sobre la necesidad de contar con nuevas alternativas. En este sentido, ha indicado que "España tiene una altísima dependencia energética en los derivados de hidrocarburos", por lo que estima que "es necesario conocer más sobre este tipo de técnicas para decidir".

 

Mucho desconocimiento. "Esa es la posición de UGT; saber qué yacimientos hay en el país, cosa que no se conoce", ha dicho el responsable sindical, que entiende que, "aunque se habla mucho", se desconoce cuál es el mapa de recursos de gas pizarra. Por ello, López ha indicado que en este tipo de técnicas es necesario estudiar cuáles pueden ser los efectos sociales de las prospecciones y ver cómo pueden afectar a las personas y naturaleza.

 

Con todo ello, UGT apuesta por una regulación previa del fracking en Castilla y León, al tiempo que espera que se sienten las bases sociales por medio de estudios que otorguen la información necesaria a los ciudadanos de las poblaciones afectadas.

 

La conveniencia o no del fracking. La necesidad o no de poner en marcha el fracking en Castilla y León centró un debate en el que participaron expertos de distintas ramas. Entre ellos, el catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Oviedo, Radhamés Hernández, quien dijo que se puede pensar que esta técnica puede tener efectos nocivos sobre la salud y en concreto en el agua. En este sentido, dijo que el 90 por ciento del agua que se consume es superficial, por lo que es "poco probable" que pueda darse una contaminación del agua subterránea.

 

"Todas las referencias indican que no existe contaminación y riesgo a día de hoy", aseveró el responsable de salud, quien recordó que este tipo de estudios se vienen desarrollando desde los años 40 en países como Estados Unidos, donde el fracking es una de las técnicas energéticas más utilizadas.

 

Por su parte, el portavoz de Shale Gas España, Juan Carlos Muñoz-Conde, afirmó que uno de los objetivos de esta compañía es informar a la ciudadanía y transmitir "la realidad de unos proyectos de gas pizarra que no se conocen en España". En este sentido, declaró que "es el desconocimiento de la técnica el que genera ciertos miedos", por lo que estima que se tienen que conocer "a fondo".

 

Investigación y exploración en Burgos. En relación a los proyectos que se pretenden poner en marcha en la provincia de Burgos, indicó que todos los permisos de los que dispone Shale Gas son de investigación y exploración. "Son permisos que duran muchos años y hay una labor de estudio y análisis con sondeos exploratorios", aclaró el responsable, quien concretó que en estos momentos los estudios se encuentran en una fase exploratoria.

 

Más crítica fue la posición que representó Julio Barea, responsable de  Energía de Greenpeace España, quien explicó que no quieren “el fracking ni en Burgos ni en ningún lugar del mundo". La principal causa de este rechazo es el convencimiento de "unos impactos negativos en el medio ambiente de una técnica que nos hace falta para el cambio climático y que daña el medio ambiente".