Lo normal en los concursos de divulgación científica es que los alumnos presenten unos paneles. Un trabajo de clase más o menos teórico, una revista o incluso un pequeño libro. Lo raro es que un grupo de estudiantes tenga el arrojo y la constancia suficientes como para desarrollar en apenas unos meses un juego de mesa. No solo pensarlo, incluso fabricarlo.
Esto es lo que ha hecho un grupo de alumnos de física de segundo de Bachillerato del colegio Jesús-María, que capitaneados por el inquieto profesor Miguel Ángel Queiruga han hecho realidad ‘Buscando vida... El juego’. Tiene su correspondiente caja, su tablero, sus tarjetas con preguntas y hasta sus fichas elaboradas mediante impresión 3D. Apenas le faltaría pulir un poco el diseño de algunas piezas si quisiera comercializarse, pero ese no es su objetivo.
Se trataba de plasmar «la apasionante aventura de la búsqueda de vida fuera de nuestro planeta basándonos en la astrobiología», explica Queiruga, un docente que además ejerce como embajador adjunto de Scientix España (la rama nacional de la comunidad para la enseñanza de las ciencias en Europa) y que demuestra una clara vocación de divulgación científica en cada uno de los proyectos que cada curso saca adelante.
Esta vez querían algo original «que pudiéramos ir desarrollando en los periodos con menos carga de exámenes», cuenta, aunque al final los tiempos les acabaron ‘pillando’ (tienen alma científica, pero así es la cultura mediterránea) y llegaron justo a tiempo a mediados de mayo para poder presentarlo en la Feria de Ciencia y Tecnología que tuvo lugar en Burgos y participar en el concurso de ‘Con las manos en la Ciencia’ coincidiendo con este mismo evento, en el que fueron premiados.
Para llegar hasta allí tuvieron que recorrer un camino no exento de dificultades en el que han tenido que ir hablando con distintas empresas para pedir su colaboración, sacando la financiación de donde podían y aprendiendo en definitiva a buscarse la vida, otra de las enseñanzas de este proyecto más allá de las académicas.
«Cuando empezamos a diseñarlo hubo algún alumno que dijo: ¡esto es imposible! Y yo no quise que se quedaran con esa sensación», relata el profesor. Este grupo de estudiantes lo componían Sergio Alonso, Yara Arnáiz, Álvaro Ausín y Enrique Ruiz, coordinados por una antigua alumna del centro, Beatriz Gijón.
A ellos se unió posteriormente la colaboración de nuevos miembros del equipo, como las profesoras Berta Maestro y Trinidad Ruiz, así como la «inestimable colaboración de Juan Ángel Vaquerizo, de la Unidad de Cultura Científica del Centro de Astrobiología, garantizaban el resultado tan satisfactorio», relatan los autores, quienes también tienen una mención especial para Marta Fernández, una exalumna del centro, y su «gran habilidad para el diseño gráfico». Ella consiguió además que se plantearan una versión júnior del juego que servirá en cursos venideros para los alumnos de primaria.
Con versión ‘júnior’
De esta han hecho dos ejemplares y hay ocho de la versión adulta, que no es nada sencilla salvo para quien tenga conocimientos específicos y que se distribuye junto con el libro de ‘Universo y vida’ (cortesía del Centro de Astrobiología), de donde han sacado las preguntas. El extenso capítulo de agradecimientos del profesor y los alumnos del Jesús-María se completa con Eugenia Maestro, gracias a la cual aseguran que consiguieron «un acabado profesional» para su juego.
‘Buscando vida’ traspasó las fronteras locales y estuvo expuesto en el stand de Scientix-FECYT en el marco de la feria de la ciencia organizada en Alcobendas el último fin de semana de mayo, donde también triunfó despertando el interés de los asistentes al evento, la mayoría de ellos profesores y alumnos.