El régimen de autónomos registró en el primer semestre de este año un total de 2.349 altas frente a 2.166 bajas, lo que arroja un saldo positivo de 183 emprendedores nuevos en Burgos, de los cuales el 42% pertenece a la hostelería, seguido de la construcción y del comercio. Los datos de la asociación ATA, que convierten a la provincia en la cuarta de Castilla y León que más trabajadores por cuenta propia suma, reflejan un crecimiento porcentual de solo un 0,6% respecto al mismo periodo del año pasado, algo sobre lo que llamó la atención el colectivo empresarial y que se repite tanto en el conjunto de España como en el de la región.
El presidente nacional de la agrupación, Lorenzo Amor, hizo hincapié en el descenso del número de altas, 223 menos en Burgos y 18.000 en todo el país, lo que suponen caídas porcentuales del 8,7% y del 4,5%, respectivamente, en relación con el primer semestre de 2014. No obstante, esta situación se compensa con un retroceso de las bajas del 6% en la provincia (-138) y del 2,3% en España (-7.764). «Se ha producido una desaceleración», señaló, al tiempo que atribuyó esta circunstancia a la «incertidumbre» que provocan las próximas elecciones generales: «La gente está a la expectativa y cuando haya certidumbre las cosas volverán a su cauce».
En cualquier caso, el máximo representante de la asociación de autónomos considera que estos profesionales «están siendo los protagonistas de la recuperación». Reconoció que esta legislatura es que la que más medidas se han adoptado para este colectivo, destacando acciones como la tarifa plana de 50 euros de la que se han beneficiado ya más de 6.000 trabajadores en toda España.
No obstante y a pesar de reconocer lo positivo de algunas actuaciones, Amor exigió ayer en Burgos, donde firmó un convenio con la asociación Zona G, la reversión «inmediata» del IVA para aquellos negocios que como las peluquerías o los gimnasios han pasado de tener un tipo impositivo del 8 al 21%. «Es una auténtica salvajada», manifestó.
De igual forma, el presidente de ATA reclamó la eliminación de los recargos del 20% por el retraso en el pago de las cuotas a la Seguridad Social y resaltó que la morosidad sigue siendo un «problema», a pesar de haberse reducido a 93 días que aún quedan lejos de los 30 que marca la ley, al igual que consideró necesario que el crédito bancario fluya aún más.
Segunda oportunidad
Amor fue, sin embargo, fue especialmente crítico con la Ley de Segunda Oportunidad aprobada el martes por el Senado y que ofrece una posibilidad a las personas físicas y pymes sobreendeudadas para que vuelvan a retomar la actividad productiva y no tengan que arrastrar deudas de por vida. «Es una pérdida de tiempo para los autónomos porque no se contemplan quitas como sí se tienen en cuenta en los procesos concursales de las empresas», aseveró, al tiempo que afirmó que se trata de una norma hecha por «’pijotécnicos’» e hizo un llamamiento al Gobierno central para que «escuche más lo que dice la sociedad civil».