Sáez Aguado se queda solo en su idea de implantar la gestión clínica después del verano

I.A.
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El PSOE exige su paralización, mientras que los sindicatos rechazan el modelo de la Junta al calificarlo de «arcaico y reino de taifas»

El consejero de Sanidad, Antonio María Sáez, tiene ante sí el primer conflicto de la legislatura con el colectivo sanitario. Su idea de implantar después del verano las 20 primeras unidades de gestión clínica ha encontrado la oposición del colectivo, que sigue calificando el modelo de «arcaico y reino de taifas», y del PSOE que, ayer, a través de su secretario autonómico, Luis Tudanca, pidió su paralización hasta que no se logre un consenso con los profesionales del sector.
Sáez Aguado,  anunció el miércoles, después del Consejo Interritorial de Salud, que después del verano se pondrían en marcha 20  de estas unidades. Ayer, el titular del departamento de Sanidad fue más explícito y señaló que los proyectos se desarrollarán en «cinco centros de salud y el resto -los otros quince proyectos- en seis hospitales, con la intención de que funcionen, al menos una, en casi todos los hospitales de la Comunidad».
Sobre las protestas de los sindicatos, el consejero reconoció no haber tenido tiempo para ponerse en contacto con ellos después del anuncio, pero si asumió que algunos, sin nombrar a Satse pero refiriéndose a él, estaban en contra  porque entendían que las unidades excluían a las enfermeras, «cuando precisamente uno de los proyectos es para este colectivo», mientras que otros se mantienen a la expectativa «No todos lo rechazan», afirmó. 
«Estamos evaluando los 20 proyectos, son muy buenos y están pensados desde la perspectiva de atención a los pacientes», puntualizó Sáez Aguado para insistir en este aspecto al asegurar que «hay quien dice que esto de la gestión clínica es para ahorrar y lo que los profesionales han propuesto en estos proyectos son cambios organizativos para mejorar la atención a los pacientes».
Sáez Aguado defendió, durante un receso del primer Consejo Castellano y Leonés de Salud de la legislatura y que él presidió, dotar a los profesionales sanitarios de mayor autonomía y «más capacidad de gobernar sus propios servicios, unidades y su trabajo». 
 
Reacciones. Estas declaraciones se producían, prácticamente, al mismo tiempo en que Luis Tudanca, secretario general del PSCyL, pedía en Burgos su paralización antes de poner en marcha un modelo «basado en los recortes» y que a juicio del burgalés ni es necesario, ni cuenta con el consenso de los profesionales sanitarios.
Desde Satse, su secretaria autonómica, Silvia Sáez, rechazaba el modelo al ser «arcaico» y estar basado en «los recortes». Además aseguró que de las 114 unidades que tenían previstas «sólo han sido capaces de desarrollar 20, lo que demuestra que el modelo no es eficiente».
Por su parte, Mauro Rodríguez, del sindicato médico CESM,  planteaba su oposición a este tipo de gestión que consideró un «reino de taifas». «Lo que se está creando es una cadena de mando para mandar mejor, no para que sea más efectiva la gestión clínica», criticó al tiempo que denunció que Sáez Aguado se había «quitado de en medio a quienes mostraban dentro de su equipo oposición a este modelo para nombrar a otros que van a hacer lo que él manda».
Por último, desde UGT, Carmen Amez, se quejó de la «falta de trasparencia» y «precipitación» del anuncio ya que «no podemos explicar a quienes va a afectar ni dónde se va a aplicar».