Pujol justifica su herencia ante el juez con unas notas que no aporta

Agencias
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El expresidente catalán declara que posee varios documentos manuscritos de su padre en los que le dona una fortuna obtenida de manera ilegal, que él decidió ocultar en Andorra

LA JUEZ INTERROGA HOY A JORDI PUJOL, SU ESPOSA Y A 3 HIJOS POR FORTUNA OCULTA - Foto: Andreu Dalmau

El expresidente de la Generalitat Jordi Pujol trató ayer de justificar ante el juez lo que, por el momento, parece injustificable. Así, para explicar la procedencia del dinero que durante décadas guardó en Andorra citó, en su declaración como imputado ante la juez, un supuesto documento manuscrito de su padre en que le expresa la voluntad sobre el legado que dejó a la familia del político, pero ni lo aportó ni presentó documentación alguna al respecto.

Según determinaron fuentes judiciales, Pujol reiteró -a preguntas de la juez y del fiscal- que los fondos ocultos en el extranjero sin regularizar más de 30 años provinieron del legado del padre, Florenci Pujol, como ya había dicho en su carta de confesión y después ante el Parlament.

En su declaración de algo más de dos horas, argumentó que no consta más documentación que ésa porque el padre hizo la fortuna en su momento de forma «ilegal» con el cambio de divisas y también dio el nombre de la persona de su confianza que gestionaba este patrimonio en el Principado: Delfí Mateu, ya fallecido. Sin que nadie en la sala le preguntase por ello, el político determinó, por propia iniciativa, que este dinero no provienen de la corrupción ni del «erario público» e insistió en que se corresponde con ese legado que el padre dejó a su esposa, Marta Ferrusola, y a sus hijos, pero no a él por miedo hacia su actividad política.

Por eso, siempre según su versión, ese supuesto manuscrito se dirige a su mujer y expresa la voluntad de Florenci Pujol sobre cómo distribuir el legado entre los hijos del expresidente de la Generalitat. Sin embargo, tampoco Marta Ferrusola presentó ningún documento y, además, se negó a declarar ante la juez.

Esa supuesta herencia de su padre, que en 1980 cuando la dejó era de 140 millones de pesetas, se multiplicó hasta los 500 millones de euros en la actualidad, según él, gracias a inversiones financieras que la familia ha hecho en Andorra, donde estuvo gestionada por esta tercera persona: tampoco sobre esto ha presentado documentación ni extractos bancarios.

De abuelo a nietos. Los hijos del expresidente se enteraron de que su abuelo les había dejado este legado en 1992 y durante unos años se encargó de gestionarlo el primogénito del matrimonio, Jordi Pujol Ferrusola, siempre según lo aportado por el político en la sala, y añadió que su padre no lo hizo constar en el testamento precisamente por su origen ilícito.

Así, insistió en que decidieron no regularizar esos fondos por el miedo a la situación política, y a este respecto incluso aludió a la época en que estuvo en prisión por su oposición a la dictadura.

A preguntas de la titular del Juzgado de Instrucción 31 de Barcelona, Beatriz Balfagón, y del fiscal Alejandro Luzón -se negó a contestar a la acusación particular, ejercida por Manos Limpias- apostilló que no sabe si su padre tuvo el dinero en otros paraísos fiscales antes de estar en Andorra y aclaró también que él no tiene dinero en otros países.

También declararon, imputados por presunto fraude fiscal y blanqueo igual que el matrimonio, sus tres hijos Pere, Marta y Mireia, que durante unas dos horas en conjunto corroboraron la versión de su padre sobre el legado millonario. Luego, salieron del juzgado sin hacer declaraciones.