En Izquierda Unida respaldan las acciones llevadas a cabo para ampliar el Puerto Seco y la Aduana de Burgos en detrimento de terreno baldío del aeropuerto (200.000 metros cuadrados), pero quieren que «no vendan la piel del oso antes de cazarlo».
Así, el concejal Raúl Salinero explicó ayer que, «al igual que hicimos con las ordenanzas fiscales relativas al IAE, apoyaremos todas las medidas tendentes al fomento de la economía, porque sí creemos que es necesario un plan de reindustrialización de Burgos y no centrar los esfuerzos promocionales en el turismo de bajo coste», pero también mostró sus dudas acerca del futuro inmediato de esa operación, que se plasmará con la ministra de Fomento, Ana Pastor, en septiembre.
«Sabemos que Aena va a ceder el espacio, pero habrá que hacer una gran inversión y todavía no sabemos quién la va a pagar a pesar de que nos dicen que en el año 2016 podrán comenzar a comercializarse las nuevas instalaciones», cuestionó. Por ahora, lo único que se ha manifestado al respecto es que «habrá colaboración de las distintas administraciones, pero no han dicho de cuáles ni cuánta».
Sobre la posibilidad de preparar Villafría para que pueda asumir el movimiento de carga que no cabe en Barajas, o incluso el que sí cabe pero que resulta muy caro mover desde el aeropuerto capitalino, IU recuerda que las estadísticas del uso logístico de Villafría son lapidarias y que por el momento el movimiento que ha habido es testimonial.
Esfuerzo conjunto
Entre otras cosas, para que Villafría pudiera ser un aeropuerto que trabaje sobre todo la logística, necesitaría a corto plazo ampliar su campo de vuelo para que los aviones de gran tonelaje puedan aterrizar y despegar, una inversión que chocaría de lleno con los planes de Aena para racionalizar los costes de su red aeroportuaria y hacerlo a cuenta de las terminales con menos actividad, entre las que se encuentra Burgos.
«También requeriría mejorar las infraestructuras ferroviarias», añadió Salinero en alusión a la siempre pretendida «intermodalidad» de Villafría y todo su entorno. Sin embargo, el edil cree que «tenemos malos precedentes con el CAE y el Parque Tecnológico», así que duda de que el esfuerzo coordinado que sería necesario hacer entre administraciones para lanzar un proyecto serio vaya a llevarse a cabo.
Por último, el único concejal de la coalición recordó que hay cuestiones cruciales para el futuro de la ciudad que siguen en manos de Fomento, caso del «coste definitivo del desvío ferroviario, del que nos dijeron que estaba casi resuelto pero todavía no sabemos cuánto nos va a costar, y es una espada de Damócles».