El descenso de turistas se agrava con 22.000 menos hasta julio

B.G.R. / Burgos
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Las pernoctaciones siguen la misma senda bajista con un descenso generalizado del 8%, mientras que la estancia media se desploma a 1,48 días, el peor registro que recoge el Instituto Nacional de Estadística

Vista de la plaza del Rey San Fernando con la Catedral al fondo ayer por la mañana. - Foto: DB/Alberto Rodrigo

Hace un año el debate sobre el turismo en la capital y la provincia giraba en torno a unas cifras que reflejaban un parón en el número de turistas y pernoctaciones, con incrementos casi irrelevantes. Ahora, la principal preocupación radica en el continuo descenso de visitantes que se está registrando desde que arrancara 2012. Detrás de esta situación se encuentra, cómo no, la tan mentada crisis económica, que unida a otros factores como fallos en la promoción convierten a este ejercicio en el peor que se conoce desde 2007.

Y es que hasta julio han visitado Burgos 377.334 turistas, 21.615  menos que en el mismo periodo del año anterior, lo que supone una caída del 5%. Lo mismo ocurre, incluso de forma más pronunciada, en las pernoctaciones, con un descenso generalizado del 8% que en cifras equivale a 50.282 menos, al contabilizarse este ejercicio 582.075 frente a las 632.257 del anterior. Todo ello unido al hundimiento de la estancia media, situada en julio en 1,48 días, el peor registro de la serie histórica comparable del Instituto Nacional de Estadística (INE), que arranca en 1999 y que queda muy lejos de aquel 1,76 de febrero de 2002.

Para hacerse una idea de la situación basta con echar un vistazo a los últimos datos dados a conocer esta semana por el INE. Son los correspondientes a julio, cuando se recibió a 79.003 turistas y se computaron 116.570 pernoctaciones. Para encontrar unas cifras peores que las actuales hay que retroceder hasta el mismo mes de 2007, con 75.727 visitantes y 118.914 camas vendidas, si bien en este último caso es mejor que el actual, mientras que 2008 registró valores similares.

La crisis económica ha tenido un efecto dañino sobre el turismo, que queda patente en el hecho de que el mayor descenso de viajeros se da entre los que proceden de dentro de la geografía española. Hasta 24.000 visitantes nacionales ha perdido Burgos en lo que llevamos de año (-8,5%), lo que contrasta con un leve aumento, no llega al 2%, de los procedentes de fuera del país, con 2.000 foráneos más que en 2011.

Daños en el sector

Así las cosas, uno de los principales damnificados por este descenso ha sido la hostelería, con una caída de la ocupación de en torno al 15%, según fuentes del sector, que se une a un descenso de la facturación del 30% debido a la bajada continuada de los precios. El colectivo confiaba en la temporada veraniega para remontar la situación, pero conocida la estadística de julio su esperanza se está desvaneciendo a pasos agigantados. De hecho, las previsiones que maneja la Federación de Empresarios de Hostelería para este mes son inferiores a las de 2011, ya que estima que no se llegará al 50%.

Así las cosas, 2012 está siendo peor que 2011. Pero no por ello se debe arrojar la toalla, tal y como expresa el concejal de Turismo, Fernando Gómez, que confía en las nuevas estructuras creadas para vender la ciudad, a raíz de la desaparición del Patronato de Turismo, que integraba el Ayuntamiento y la Diputación, entre otras entidades.