La planta de compostaje recibe al año 29.000 toneladas de residuos

N.L.V.
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Diseñada para poder tratar hasta 40.000 toneladas de basura al año, todos ellos de origen domiciliario, sus cinco años de vida permiten augurar que aún le queda un largo recorrido

Una pala se encarga de introducir los residuos en un rompebolsas donde, mediante un sistema de cintas, se envía a un primer triaje en el que se selecciona. - Foto: DB

Cinco años después de su puesta en marcha oficial, el Centro de Tratamiento de Residuos de la capital ribereña, la popularmente conocida como planta de compostaje situada en la carretera de La Aguilera, junto al antiguo vertedero, recibe al año un total de 29.000 toneladas de basura. Pese a lo elevado de esta cifra, estas instalaciones aún no han alcanzado su máxima capacidad, pues está concebida para admitir hasta 40.000 toneladas al año, lo que quiere decir que en estos momentos está trabajando a algo más de un 72 por ciento de su potencial. «No se encuentra ni mucho menos al máximo de su capacidad, cuenta con un margen razonable de maniobra», señalan desde el Consorcio de Residuos.

Hasta estas instalaciones arandinas llegan en la actualidad los desechos provenientes de Aranda de Duero, las mancomunidades La Yecla, Río Arandilla, Valle del Río Riaza y Ribera del Duero- Comarca de Roa. Además, hasta ella se derivan también los residuos depositados y compactados en las plantas de transferencia de Salas de los Infantes y Lerma. Esto supone que, en total, da servicio del orden de 214 municipios.

Fuentes del Consorcio Provincial de Residuos, responsable de estas instalaciones, indicaron que todos los residuos recibidos son de origen exclusivamente domiciliario. Una vez allí, y tras eliminar los más voluminosos, una pala se encarga de introducir el producto en un rompebolsas desde donde se  envía mediante un sistema de cintas a un largo proceso de selección en el que, tanto de forma manual como mecánica, se van seleccionando los residuos, separando la fracción orgánica valorizable de la que no se puede aprovechar, que es enviada al vertedero de Abajas.

Respecto al material orgánico, tras 14 días en los túneles en condiciones controladas de temperatura y humedad, es conducido a una nave de maduración donde permanecerá cuatro semanas, con controles y actuaciones periódicas, como volteos y añadido de agua, para llegar a valorizarlo.

En todo este proceso están empleadas en la actualidad 27 personas, encargadas del correcto funcionamiento de las instalaciones. Inaugurada oficialmente en diciembre de 2006 por el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, la puesta en marcha de esta planta supuso una inversión de 7,8 millones de euros y con su puesta en marcha se abrieron las puertas a la clausura del vertedero comarcal, que había superado con creces su vida útil y se encontraba colmatado. Su juventud, aseguran desde el Consorcio, permite augurar que aún le quedan muchos años de vida útil. De hecho, aseguran, se trabaja por que así sea ya que esta instalación fue construida con cargo al presupuesto regional y entregada al Consorcio, que está obligado a reponerlas al final de su vida útil.

INSTALACIÓN DEFICITARIA. En lo que sí que se incide desde el responsable de estas instalaciones es que con la actual tasa de residuos que gira la Diputación Provincial a todos los domicilios de la provincia, no se cubre ni con mucho el coste de funcionamiento de la planta. De hecho, advierten que con lo recaudado por este tributo, que oscila entre los 36,05 y los 52,25 euros al año, en función del valor catastral de la vivienda, solo se cubre el 67 por ciento de los gastos generados por el servicio que presta en la actualiudad el Consorcio Provincial de Transportes, «el resto tiene que sufragarlo la Diputación». Una situación que se ha visto agravada en los últimos meses debido a la subida del IVA, el IPC y el impuesto creado por la Junta este año que grava entre siete y 20 euros cada tonelada de rechazo depositado en el vertedero.