Las series Breaking Bad y Modern Family, con cinco y tres galardones respectivamente, se alzaron como las principales vencedoras de la 66ª edición de los premios Emmy, celebrados la madrugada del lunes en el teatro Nokia de Los Ángeles y que incluyó un homenaje al fallecido Robin Williams. Este año volvieron a coronar a Modern Family como mejor serie de comedia, por quinto año consecutivo, y a Breaking Bad como mejor serie de drama, como ya sucedió el año pasado.
Del mismo modo, el protagonista de esta serie, el actor Bryan Cranston, fue galardonado con el Emmy al mejor actor protagonista en el apartado dramático, acompañado en la alfombra roja por su compañero en la pequeña pantalla, Aaron Paul, que se alzó con el premio al mejor actor de reparto en Drama, y su esposa en la ficción, Anna Gunn, que hizo lo mismo como actriz de reparto en esta misma categoría.
Por otro lado, el premio a la mejor actriz principal en Drama se lo llevó Julianna Margulies, por su papel en The Good Wife. En el campo de la comedia, el actor Jim Parsons ha conseguido su cuarto Emmy por su interpretación del personaje de Sheldon Cooper en The Big Bang Theory, mientras que Julia Louis-Dreyfus obtuvo el galardón por su interpretación de vicepresidenta de los Estados Unidos en la serie Veep, acreditándola como mejor actriz protagonista del año.
FRACASOS MÁS SONADOS. Juego de tronos, una serie que ya ha sido premiada en varias ocasiones, se presentaba a la gala con más nominaciones que nunca, 19. Aún así, la ficción no consiguió alzarse con ninguna estatuilla, ni siquiera el premio a Mejor Actor Secundario para Peter Dinklage con su personaje de Tyrion Lannister, el cual se daba por seguro tras su magnífica actuación en la cuarta temporada de la serie de la cadena HBO.
True Detective solo consiguió un galardón a Mejor Dirección, pero no resultó más que otra decepción en la gala ya que ni el oscarizado Matthew McConaughey ni Woody Harrelson consiguieron el premio a Mejor Actor Principal.
Por parte del medio digital, Orange is the New Black, tampoco fue capaz de llevarse ningún premio a casa. Pero más curioso resulta el caso de House of Cards con Kevin Spacey, una serie que ha recibido muy buenas críticas pero que, como todo el resto de series de Netflix, dejó al medio digital prácticamente vacío, siendo todo un fracaso para este formato de series que se emiten por internet.