Por mucho que Ferraz y el PSC se esfuercen en aparentar que la crisis surgida entre ambas formaciones hermanas se está solucionando, no faltan las voces críticas en el PSOE que abogan por romper con los catalanes. Así, el expresidente de la Junta de Extremadura Juan Carlos Rodríguez Ibarra consideró ayer que si el grupo de Pere Navarro «sigue apostando» por defender el derecho a decidir, el bloque de Pérez Rubalcaba debería romper su relación con él y presentarse por su cuenta en las elecciones catalanas.
«Si siguen apostando por el derecho a decidir desde Cataluña solamente, yo creo que no tienen cabida en nuestro sistema. Luego habría que intentar entonces presentarse con nuestra identidad. No vamos a perder mucho porque tampoco estamos en el mejor de los mundos», afirmó el antiguo barón socialista, que sigue siendo muy respetado en el partido.
Para el de Mérida, la situación generada por las diferencias puestas de manifiesto en las últimas semanas entre el PSOE y el PSC a cuenta del derecho a decidir «va a acabar muy mal para los socialistas», por lo que opinó que «no tiene solución».
Es más, señaló que, «desde hace muchos años, se viene visualizando» que el PSOE entraría en «conflicto» con el PSC. A su juicio, los de Navarro están «perdiendo su carácter socialista y derivando hacia un proyecto puramente nacionalista que no va a ninguna parte»; de hecho, les ve sin «presencia» y sin «personalidad definida» porque «no influye ni decide» en la política catalana.
Al mismo tiempo, reprochó al secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, que se haya «dejado llevar» por esta deriva, proponiendo una reforma constitucional que derive en un Estado federal, una idea que «no entiende nadie y no compra nadie», ni los nacionalistas catalanes ni los vascos ni tampoco el PP. De hecho, exigió a su jefe que se marche del partido por haber perdido las elecciones generales y porque «el 92 por ciento de los españoles no se fía de él».
Por otra parte, Ibarra opinó que España es un Estado federal «mejor que el alemán, el norteamericano o el australiano porque tiene posibilidades de decisión y de competencia que otros Estados no tienen», pero que no se le puso ese nombre «por miedo a las connotaciones históricas de la República».
Mientras, la diputada socialista y exministra de Defensa Carme Chacón insistió ayer en que la consulta apoyada desde las filas del PSC tiene intereses democráticos y que no se utilizará «para nada ilegal». De esta forma, lanza un guiño a su jefe, Pere Navarro, que amenazó con dejarla fuera de las listas electorales si no les apoyaba.
Desde Ferraz, la número dos, Elena Valenciano, afirmó que «vamos a dejarnos la piel en el intento de mantener los puentes con Cataluña».