El derribo de una casa en la calle La Cruz liberará espacio para el Apolo

G.A.T. / Miranda
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Se quiere crear una plaza frente a la que va a ser la nueva entrada del teatro para que el tránsito de los espectadores sea más cómodo y el nuevo edificio pueda verse mejor

El edificio a derribar está en estado ruinoso y su desaparición permitirá crear una plaza al haber otro solar vacío al lado. - Foto: G.A.T.

La calle La Cruz, ubicada en el Casco Viejo y vía que conecta la plaza de Santa María con la travesía de Frías, va a ser objeto de una reforma parcial que permitirá cumplir varios objetivos, entre ellos mejorar sensiblemente el que será el nuevo acceso del Teatro Apolo. Y es que el Ayuntamiento ha decidido comprar por más de 20.000 euros el inmueble del número 3 de esta calle, situado frente a lo que fue el chacolí Chamorro, espacio hoy ocupado por la nueva fachada acristalada del teatro y que será la entrada principal y la zona de acceso a la cafetería.

La intención municipal no es otra que derribar lo antes posible el edificio, de tal manera que el solar que deje se una al ya existente en esa misma calle, el que ocupó el número 5, hoy día convertido en una especie de plaza sin uso ni mantenimiento y en la que se acumula regularmente la suciedad. Una plaza que en su día se nombró de forma extraoficial por parte de una cuadrilla sanjuanera como Komando Patxarana.

Con el inmueble demolido en la calle La Cruz se creará una amplia plaza que permitirá dar al Teatro Apolo una entrada más desahogada y amplia que la actual, ya que la calle La Cruz es bastante estrecha y apenas permitiría en su actual estado una concentración propia de los más de 400 asistentes que entrarán en el espacio cultural. La casa está en total estado de abandono y presenta algunos desperfectos palpables en su fachada, lo que además afea notablemente el entorno del renovado teatro.

La demolición de esta construcción de dos alturas va a suponer además la liberación de una de las fachadas de la iglesia de Santa María, que linda con la vivienda, y que de esta manera podrá ser de nuevo visible al liberarse su entorno, lo que igualmente embellecerá la zona y permitirá ver con más detalle el templo religioso, en concreto la parte de la sacristía, el ábside y los contrafuertes de los muros.

Aunque no hay un calendario definido se espera que la demolición del inmueble se haga casi en paralelo a otra actuación pendiente que tiene el Ayuntamiento, como es la renovación del firme de la plaza de Santa María y todo el entorno del teatro, que afecta a la calle La Cruz y a la travesía de Santa María.

Esta actuación se ha adjudicado recientemente por 180.000 euros a una constructora, aunque los trabajos, que durarán más de dos meses, no se iniciarán hasta entrado el 2015 ya que las empresas del sector suelen parar varias semanas durante el periodo navideño.

Estética

La idea es acometer una actuación que permita acondicionar tanto la propia plaza de Santa María como la travesía, además de la calle La Cruz, de ta forma que se igualen estéticamente al resto de las calles del Casco Viejo que ya han sido renovadas. De esta manera además se podrá aplicar en el pavimento un tratamiento especial que permita el paso de camiones pesados por la zona, ya que la entrada del material de escena está en la travesía de Santa María, por lo que los camiones con el material escénico tendrán que entrar por esa zona.

La obra permitirá también adecentar la calle La Cruz, que está muy deteriorada como consecuencia de la falta de mantenimiento y las obras de rehabilitación del teatro, con lo que quedará unida con un pavimento uniforme a otras calles próximas como la travesía de Frías y Las Escuelas.

A pesar de que el teatro está acabado, el hecho de que no se vaya a hacer la obra de las calles que le dan acceso hasta entrado el mes de enero no va a afectar al uso del equipamiento, ya que su apertura se ha tenido que retrasar y el Ayuntamiento aún no tiene fecha concreta para su puesta en servicio.

A los problemas detectados en la obra, que obligaron al Ministerio a pedir a la contratista que los arreglara antes de dar por entregada la actuación, se ha sumado la dificultad para dotar al complejo cultural de equipamiento. El Ayuntamiento ha contratado ya parte, como las butacas, pero aún faltan otros elementos que no han sido adquiridos (como la tramoya o la iluminación), y que desde el Consistorio van a financiar con los fondos que la Junta aporta a esta intervención.

¿Abril?

Así, es probable que aún se tarden varios meses en la puesta en servicio del Apolo, más teniendo en cuenta que la obra de reforma de las calles no estará, como pronto, hasta finales del mes de marzo. Ello sitúa a abril como fecha posible para que se pueda abrir, siempre que el Consistorio haya cumplido con la parte del equipamiento.

Por el momento tampoco se ha decidido la fórmula de gestión para dotar de contenido cultural al teatro. Por un lado se trabaja con la Fundación Caja de Burgos para que apoye parte de la programación, y se trasladará al Apolo buena parte de los espectáculos que habitualmente acoge el salón de actos de la Casa de Cultura, lo que también conllevará el traslado al nuevo teatro de parte del personal técnico.