Las chirigotas de la polémica

Gadea G. Ubierna / Burgos
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El desencuentro entre la Peña Recreativa y la concejala Ana Lopidana por una coplilla congregó a numeroso público en el Sarmental • El tema 'recortado' fue el más exitoso

El público, que abarrotó la zona más próxima a la escalera, aplaudió con ganas las críticas a concejales como Ángel Ibáñez o Santiago González. - Foto: Valdivielso

Nada mejor que un poco de polémica para conseguir que algo que hubiera pasado desapercibido acabe en boca de todos. La chirigota que llevó a la concejala Ana Lopidana a amenazar con llevar a los tribunales a la Peña Recreativa Castellana si no retiraban una estrofa del tema, titulado El ‘Colocao’, no solo fue la más cantada y aplaudida de la mañana, sino que hizo que el público congregado ante las escaleras del Sarmental acabara pidiendo a voces que cantaran la estrofa ‘censurada’. Censurada porque, después del desencuentro con la concejala, la Recreativa tuvo que recortar todos los libretos que reparten para que el público siga las letras y, por lo tanto, hasta el más despistado de la plaza acabó enterándose de lo que había ocurrido unos días atrás entre la concejala responsable de Servicios Sociales y Los Mangas. Los deslices del Rey en África y el nuevo hospital también consiguieron que los burgaleses, de natural cortados para las chirigotas, se arrancaran a seguir a la Recreativa con algo más de energía en una mañana en la que el tiempo invitaba a cualquier cosa menos a cantar.

Solo el ansia con el que el público arrebataba de las manos los libretos con las letras a los encargados de repartirlos, ya daba a entender que había expectación por saber qué iban a cantar Los Mangas, que para la ocasión vestían un logrado -y apropiado- disfraz de Pinocho. La peña celebraba ayer el 25 aniversario de coplillas ácidas en la puerta del Sarmental y, justo antes de comenzar, explicaron por megafonía que siempre han escrito las letras «con cariño, a pesar de que alguno pueda haber encismado», en alusión a lo ocurrido este año con Lopidana. A continuación, empezaron a tocar el típico «¡Al pasar por la Plaza Mayor!» y empezaron con los dos primeros temas, críticos con la actualidad en general: desde el caso factura hasta Bankia y los recortes.

Con la tercera chirigota, titulada Botsuana y entonada con la música de Solo se vive una vez, el Rey empezó a calentar motores en la plaza, que aplaudió con gusto estrofas como: «Fuiste a cazar elefantes, te jodiste la cadera. Haber ido a cazar ranas y no a joder la marrana».

Y ya con la comezón en el cuerpo, el público pasó página y se encontró con la chirigota recortada: El ‘colocao’. Cantada con la música de Yo soy aquel negrito, la letra daba un repaso generalizado al equipo de gobierno: de Lacalle a Ibáñez y de Santiago González a Salvador de Foronda, con mención especial para el exconcejal Eduardo Villanueva y, ya de paso, para el expresidente de Caja de Burgos José María Arribas. Mientras cantaban, algunos miembros de la peña sacaron una pancarta en la que se leía «Chirigota censurada» y los espectadores, además de parecer gozar de la letra, acabaron vociferando que cantaran el resto, cosa que Los Mangas no hicieron. Por lo tanto, el público se quedó sin escuchar la estrofa en la que se acusaba de corrupta a Lopidana, pero todo el mundo acabó enterándose de lo que ponía antes de meter la tijera en los folletos.

Dado que el Ayuntamiento suele dar bastante de sí y que este año somos capital de la Gastronomía, hubo otro texto dedicado a Lacalle y a la mencionada capitalidad titulado Burgos gastronómico y cantado con música de la Estudiantina portuguesa. Sin embargo, no gustó tanto como el de El ‘colocao’ o el compuesto para el hospital, que bromeaba con el hecho de que no se puede aparcar en ningún sitio que no sea el aparcamiento o que hagan falta unos veinte minutos para encontrar la  consulta buscada entre tanto pasillo y bloque. En el éxito de este tema, titulado ¡Uh!, Bu, ayudó mucho que la música fuera la conocidísima Viaje con nosotros.

En total, media hora de sarcasmo y humor ácido, no siempre bien encajado, en la que Los Mangas demostraron una vez más que tienen mucho mérito: primero por el disfraz, obra como siempre de Román García, y segundo por su ingenio, que aporta un poco de humor a la actualidad.