Los convenios colectivos no solo regulan el calendario de trabajo o los salarios sino también el vestuarios y son de obligado cumplimiento. Sin embargo, el Servicio Municipalizado de Movilidad y Transportes no respetó el suyo en este último extremo y ha sido sancionado. La Inspección de Trabajo y Seguridad Social ha impuesto al Ayuntamiento una multa de 1.250 euros por una ‘falta grave en grado mínimo’ por una infracción en materia de seguridad y salud.
Según el acta de infracción, no se suministró a los trabajadores la ropa de trabajo de acuerdo a lo establecido en el artículo 67 del convenio colectivo del Samyt que entró en vigor en junio de 2002.
En su articulado establece que el Ayuntamiento debe facilitar al personal las prendas de uniforme cada dos años. De este modo, los conductores-perceptores deben recibir 4 pantalones (2 de verano y 2 de invierno), 6 camisas (3 de verano y 3 de invierno, 1 corbata, 1 jersey de punto, y una cazadora o prenda similar. Los jefes de material, inspectores de línea y ordenanzas deben contar con 4 pantalones (2 de verano y 2 de invierno), 6 camisas (3 de verano y 3 de invierno, 1 corbata, 1 jersey de punto, 1 chaqueta de punto de verano y 1 americana.
Por lo que se refiere al personal de talleres, debe equipársele con 2 buzos, un par de botas de invierno, un par de calzado de verano, un par de guantes y 4 pares de calcetines. Finalmente, para todas las categorías se debe proporcionar cada tres años una prenda de abrigo para invierno.
El convenio colectivo establece que deben entregarse antes del mes de junio del año en que corresponda su adjudicación y su uso será obligatorio cuando el personal con derecho a ellas se encuentre de servicio.
La Inspección de Trabajo se notificó en julio al Ayuntamiento aunque se da un plazo para presentación de alegaciones aunque la notificación definitiva se realizó la segunda semana de octubre. El Ayuntamiento abonó la multa la pasada semana aunque esta situación ha causado un gran malestar, dado que la cuantía no es baladí para unas arcas municipales que no están para muchas alegrías.