El inventor del arado hidráulico baraja fabricarlo fuera de España

B.G.R. / Burgos
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El agricultor burgalés Julio Santamaría ha patentado su ingenio en Estados Unidos, China, Rusia, Francia y Alemania, de donde ya le han llegado ofertas para su producción en serie

Santamaría posa con el prototipo que ha creado, que ahorra tiempo y combustible al reducir los procesos de siembra. - Foto: Patricia

 
Muchos parabienes pero ningún compromiso. Eso es lo que ha obtenido Julio Santamaría en el periplo que ha realizado por distintas administraciones y organismos en busca de financiación para el arado hidráulico en el que ha trabajado en los últimos 16 años de su vida. Así que si no obtiene ninguna respuesta, este agricultor se plantea producir la máquina que ha inventado fuera de España, de donde ya le han llegado ofertas.
Para ello, ha patentado el arado en Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Alemania, país este último que cobra fuerza en sus planes sacar adelante la producción en el exterior. «Me han llegado cartas de los organismos oficiales de patentes de estos países para su fabricación», subraya Santamaría, no sin antes lamentar que su sueño no pueda hacerse realidad en su tierra y pensar que las cosas hubieran ido mejor en otras regiones como el País Vasco.
Y es que, la intención inicial de este agricultor es poder fabricar en serie el arado en la nave que ha construido en una parcela de 6.800 metros ubicada en Villalonquéjar IV. De hecho, la instalación ya está prácticamente terminada, a falta de colocar los contadores de la luz y el agua y acondicionar la zona ajardinada. Este proyecto ha absorbido la financiación con la que contaba, por lo que ahora requiere de nuevas líneas para poder asumir el coste de la maquinaria y es ahí donde reclama el apoyo de las administraciones públicas.
Santamaría se ha dado de plazo este mes de septiembre para conseguir esos apoyos. De lo contrario, se planteará seriamente alquilar la nave que ha levantado y llevar la producción de la máquina fuera de España. Los años que ha invertido en sacar adelante su proyecto hacen que mantenga la esperanza pero no le ciegan a la hora de buscar otras opciones.
El arado creado por este burgalés ahorra tiempo y combustible en las tareas de siembra al reducir este proceso de cinco pasos   a uno. «Lo realiza todo; desde el movimiento de tierra, el abono, el cultivador, la siembra en sí y el rodillo», explicaba a Diario de Burgos el pasado mes de febrero. La idea está basada en la defensa de las técnicas más ecológicas para campo con el objetivo de aminorar el empleo de productos químicos que luego repercuten de manera negativa en la salud.
El arado se pone en funcionamiento accionando un movimiento de empuje desde un vehículo tractor con un brazo bajado y otro levantado, que después giran para volver sobre el mismo surco en posición contraria. Comenzó a trabajar en su desarrollo hace 16 años y los primeros frutos fueron visibles en una maqueta a pequeña escala. Una vez conseguido el diseño, patentó su invento en febrero de 2011. Después confeccionó un prototipo que se ha probado de forma experimental en diez empresas. Ahora solo queda que pueda fabricarse.