Marcelino Maté: «Soy talibán cuando se trata de defender a Villar»

Juan Carlos Moreno / Burgos
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Candidato a la presidencia de la Federación regional

El burgalés Marcelino Maté será elegido esta tarde por quinta vez presidente de la Federación de Castilla y León de Fútbol. - Foto: Ángel Ayala

Lleva 25 años dentro de la Federación de Castilla y León de Fútbol, de los cuales 16 ha ocupado el cargo de presidente. Antes estuvo como secretario de la Delegación Burgalesa y esta tarde, en Valladolid, será elegido para su quinto mandato al frente del fútbol castellano leonés. Para ello cuenta con 96 de los 99 avales que hay en la Federación Regional. Este burgalés de 52 años, hombre de confianza de Ángel María Villar en la Federación Española y responsable de la comisión de Segunda B a nivel nacional, asegura tener las mismas ganas que hace 16 años y explica que su gran objetivo es ayudar a los clubes de la Comunidad a superar la crisis que también está afectando al fútbol.

Lleva 16 años al frente de la Federación de Castilla y León y va a a por su quinto mandato. ¿Por qué se presenta?

Primero porque me lo ha pedido la gente del fútbol de Castilla y León y después porque tengo las mismas ganas que tenía el primer día y tengo recorrido para hacer cosas importantes. Además creo que en estos momentos, que son difíciles, hace falta gente de mi perfil, es decir, con experiencia, buenas relaciones en los estamentos del fútbol e incluso en las administraciones y que haya sabido salir de situaciones parecidas a esta. Es algo que está demostrado. Hace 25 años comenzamos el mismo grupo de trabajo. Encontramos una Federación que tenía cuatro millones de pesetas de presupuesto y ahora es de casi cuatro millones de euros y hemos sabido salir de situaciones mucho más complicadas que esta.

Lleva una trayectoria parecida a la de Ángel María Villar, una carrera paralela.

No, Ángel Villar lleva una carrera brillante. Es uno de los dirigentes deportivos más importantes de este país y creo que algún día, cuando nos falte, nos daremos cuenta de lo importante que es para el fútbol español y para el deporte español. Por lo que ha hecho en los últimos años, no solo a nivel deportivo porque el fútbol es un juego y los triunfos pueden llegar o no, también por la forma de dirigir una federación, el vuelco que ha dado al fútbol español y en cierta forma el sentimiento de independencia hacia la gente del deporte que está sembrando.

Está claro entonces que usted es un hombre de Villar.

Creo que soy talibán cuando se trata de defender al presidente Villar y alabar sus virtudes. Tiene una trayectoria brillantísima. He coincidido con él en otros países y he visto cómo se le valora en América o en Europa y en todos los estamentos y el cariño con el que todos los dirigentes le reciben y el consejo que le piden continuamente.

¿No hay fecha de caducidad para Villar o Marcelino Maté?

Sí, el día en que el fútbol no nos quiera.

Tiene 96 de los 99 avales y no hay otros candidatos. ¿No existen voces críticas?

No he percibido ninguna. Lo mejor es que en la Federación casi todas las decisiones se toman por consenso y lo más importante y lo que más nos ha hecho crecer es la unión del fútbol de Castilla y León. El día en que estemos con peleas entre provincias o entre dirigentes nuestro fútbol tendrá muy poco futuro.

¿Cuáles son sus proyectos para los próximos cuatro años?

El más importante, ayudar a nuestros clubes a salir de la crisis. Hay que tener en cuenta que las subvenciones han disminuido de una forma importante, que los patrocinadores cada día están más alejados del mundo del deporte porque en estos momentos tienen otras preocupaciones más importantes. Por lo tanto hay que intentar seguir dando el mismo servicio a los clubes sin cargarles de gastos. También hay que cargar de responsabilidad a sus dirigentes para que sepan que tienen que ser muy coherentes en el gasto y extremadamente prudentes porque en estos momentos de crisis, en los que no se pueden generar más ingresos, hay que disminuir el gasto hasta límites insospechados y estoy convencido de que la gente del fútbol lo va a conseguir.

¿Qué destaca de estos últimos cuatro años?

La consolidación de la Federación de Castilla y León como una de las más importantes de España, la proyección a nivel de fútbol nacional en cuanto a estar presentes en todos los órganos de gobierno, haber sido capaces de implantar nuevos sistemas informáticos y saber vivir en un domicilio social que era nuevo y con el que todos teníamos determinados reparos para adaptarnos a las nuevas circunstancias.

¿Qué le ha faltado por hacer?

Ser más reivindicativo con determinadas instituciones. Creo que al fútbol le ningunean y no le dan todo lo que le tienen que dar. Nuestra Comunidad en cuanto a ayudas públicas sale tremendamente perjudicada si las comparamos con las del resto del Estado porque aquí miramos mucho el hecho provincial. No somos capaces de entender que cuando un club está en la elite queremos que nuestro fútbol base tenga un modelo. Y lo digo yo que prácticamente represento a un 98 por ciento del fútbol aficionado y solo el dos al fútbol profesional. Pero el uno y el otro no podrían vivir, no podríamos tener la base si nuestros niños no tuviesen el espejo del Valladolid, el Salamanca, el Numancia o el Burgos. Al final las aspiraciones de los más pequeños son llegar al equipo de su ciudad y en todo caso a un gran equipo de fútbol. Nadie juega en sus inicios sin pensar que mañana quiere ser futbolista.

Da la sensación que la crisis afecta menos al fútbol profesional y que está machacando al modesto.

No, afecta mucho más al fútbol profesional que al modesto, muchísimo más. Este año se han hecho muy poquitos fichajes y con cantidades pagadas a los futbolistas muy inferiores a otras temporadas. Las ayudas públicas han disminuido, también los patrocinadores en mayor medida que en el fútbol aficionado. No hay que más que fijarse que en los partidos de Primera División se ven como siete u ocho equipos que no tienen patrocinador en su camiseta. Eso es señal del daño que está haciendo la crisis y que está sufriendo el fútbol profesional. Aparte creo que no se ha sabido gestionar los patrocinios.

Pero el fútbol modesto, por ejemplo en Segunda B, también está muy afectado.

Desde luego que la crisis le está haciendo mucho daño. Hay que tener en cuenta que a esa falta de dinero público y de patrocinadores hay que unir que las televisiones han restado una cantidad importante de espectadores. Son tres incidentes muy gordos para que el fútbol modesto pueda pervivir. Si el fútbol modesto quiere resistir tendrá que reducir sustancialmente sus gastos. Eso se hace pagando a los futbolistas las cantidades que puedas pagar y no las cifras desorbitadas que se han dado en muchos momentos.

¿Entonces la Segunda División B, tal y como está, no es viable?

Sí lo es. Lo que no es viable es una Segunda División B pagando sueldos de Segunda División. Es inconcebible que en todos los casos que tenemos cerca hay muy pocos futbolistas formados en el propio club. Eso no es lógico. En Segunda B tendría que haber cinco o seis futbolistas de los titulares que fueran criados en el propio club.

¿Y Tercera División, donde también se pagan sumas importantes de dinero?

Todos buscan el ascenso a Segunda B. Para mí la Tercera División no debe pagar ni un solo euro a los futbolistas, solo los gastos. Lo que pasa es que los hemos acostumbrado mal.