Gracias a la iniciativa de la Asociación para el Desarrollo Rural Integral (ADRI) Ribera del Duero Burgalesa, en un largo periodo estival de 2018, entre el mes de mayo y el de septiembre, en la comarca se pudo disfrutar de un total de 58 actividades culturales que se llevaron a cabo en 30 de las 84 entidades locales que forman parte de esta asociación, lo que supone un 35% de las localidades que están incluidas en este área de desarrollo, en cuya organización participaron un total de 50 entidades colaboradores, entre asociaciones y ayuntamientos.

La puesta en marcha de este programa buscaba sentar las bases para realizar de manera anual un calendario de actividades culturales en la zona, tanto por parte de los distintos consistorios como del tejido asociativo. «Hay que entender que va para ayuntamientos pero también para asociaciones, que tenemos algunas que son muy activas en la Ribera del Duero burgalesa y muchas han acudido a esto para preparar sus veranos culturales, porque se encargan de hacer actividades todo el año y mantener a los pueblos vivos. Es una forma de fomentar estas actividades y darles un impulso», comenta Héctor Ibáñez, gerente de la ADRI Ribera del Duero Burgalesa, promotora de esta iniciativa que encara ya su primera convocatoria como programa en sí para este primer cuatrimestre. 

Tras la experiencia previa del pasado verano, se ha abierto ya el plazo para la presentación de propuestas de colaboración, que estará abierta hasta el próximo 25 de enero. «Es una convocatoria que estamos mejorando en función de las necesidades que estamos detectando», explica Ibáñez, por lo que «este año hemos incluido exposiciones y el alquiler de equipos, por ejemplo, para hacer obras de teatro, porque hay grupos que lo necesitan para las actividades de carácter popular que se llevan a cabo en las localidades», puntualiza.

Este programa consigue sus fondos gracias a las aportaciones de las entidades colaboradoras, es decir, el coste de las acciones se imputa en su totalidad a la ADRI pero el colaborador debe realizar una aportación económica «para un fin diferente del coste de la organización para la creación de un fondo de reserva para el desarrollo del programa de promoción cultural a largo plazo», como aparece reflejado en las bases de la actual convocatoria en vigor.

Gracias a esta modalidad de colaboración, cuyo importe oscila entre el 70 y el 35% del coste de la actividad, ya se cuenta con una bolsa de 20.000 euros para continuar con esta línea de promoción cultural. «Lo que intentamos es cubrir todas las actividades del territorio, de ahí las distintas aportaciones, aunque hemos puestos un límite para que se pueda repartir entre todas las propuestas», aclara el gerente de la ADRI.

Las actividades que pueden acogerse a esta nueva convocatoria se tendrán que realizar entre el 1 de febrero y el 30 de abril y la cuantía de la colaboración también depende del tamaño de la localidad.

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