Diez siglos después... El Cid regresará a Huerta

Esther Molinero
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Será este sábado 26 de julio cuando Rodrigo Díaz de Vivar haga su entrada y sea invitado a cenar. Mientras el banquete, se revivirá su leyenda.

Han pasado 933 años desde que, según reza el anónimo Cantar del Mío Cid, el caballero de Vivar fue desterrado por su rey Alfonso VI allá en 1081. En su camino de peregrinaje, entre otros muchos lugares, pasó por las inmediaciones de Huerta de Rey. Posiblemente el término Spinaz de Can, el actual Pinarejos o tal vez Las Navas, fue el paraje en el que el Cid y los suyos acamparon en el séptimo día de su expulsión.

Es justo en este eslabón donde arranca la ambiciosa representación ‘El Cid pasó por Huerta’ organizada y promovida por la asociación homónima, respaldada por el Ayuntamiento.

Su presidente y coordinador, Juan Jesús Peña asegura que el único fin de la agrupación es la promoción cultural y turística de Huerta de Rey mediante la conmemoración anual de el paso de El Cid, en el siglo XI, por Huerta.

 El guión es idea original del también huertaño Ezequiel Rica Arranz con citas históricas y con arreglos de varios colaboradores. La inédita representación histórica incluye un desfile inaugural, una recepción y  dos actos de cuatro escenas cada uno.

La puesta en escena arrancará a las 21,40 horas con un cortejo de la comitiva de El Cid y su numerosa hueste que entrará al pueblo por la calle larga, bajará la rúa Arias de Miranda y se acercará hasta el Ayuntamiento. A las 22,00 horas, en la plaza mayor, el Alcalde, el Escribiente y el Secretario les recibirán, les darán la bienvenida y les invitarán a cenar en un mesón del lugar que se encuentra en la plaza de toros, donde se desarrollará el grueso de la obra y hacia donde subirá el séquito.

Esta nueva versión cidiana está supervisada por tres directores: Avelino Rica, Emilio Lahera e Isaías Rica, y en ella se intercalarán amenos y didácticos diálogos de la cena con cronológicos pasajes históricos como el asesinato del rey Don Sancho, la Jura de Santa Gadea y la despedida de Rodrigo Díaz de su esposa Jimena e hijos en Cardeña.

Se concluirá con un ambiente actual donde se narrarán las últimas andanzas de El Cid hasta su muerte en 1099 en Valencia.

Durante toda la escenificación, la figura del juglar estará presente y será quien lleve el hilo conductor de esta apasionante leyenda burgalesa a la que se han añadido tintes huertaños.