FC Barcelona: 38 - Villa de Aranda: 26

FC Barcelona: Anjel Saric, Jesper Noddesbo (1), Marko Kopljar (3), Aitor Ariño (4), Edu Gurbindo (4), Carlos Ruesga (1), Wael Jallouz (2), -equipo inicial- Víctor Tomás (6), Raúl Entrerríos (2), Gudjon Sigurdsson (8) Kamil Syprzak (5), Kiril Lazarov (1p), G. Pérez de Vargas (ps), Cedric Sorhaindo, Daniel Dujshebaev (1).

Villa de Aranda: Rangel Da Rosa, Armi Part (1), Juan Luis Moyano (2), Javier Muñoz (5, 2p), Roberto Sánchez (6), Mijail Revin (3), Oswaldo Maestro (3) . -equipo inicial- Marc Canyigueral (2), Víctor Megías (1), Tomás Moreira (1), Matheus Perrella (1), Amir Cakic (1), Luis Lucía (ps).

Árbitro: Hermoso del Amo y Monjo Ortega. Exclusiones: Syprzak en los locales, Moreira en los visitantes.

Parciales: 1-1; 3-5; 4-6; 7-9; 9-11; 13-14 (descanso); 18-15; 21-18; 25-18; 31-20; 33-22; 38-26 (final).

Incidencias: Palau Blaugrana. 800 espectadores. Homenaje previo al Barça por su récord de imbatibilidad.

Treinta minutos de sueño, treinta de pesadilla. Villa de Aranda perdió en el Palau, como era de esperar, pero los de Jacobo Cuétara dejaron para la historia un primer periodo saldado con victoria parcial castellana (13-14), pero dos parciales de los culés de 6-0 y de 9-0 en el primer cuarto de hora de la reanudación llevaban el luminoso a un 29-18 que ya dejaba la cuestión vista para sentencia. La revelación Villa de Aranda dejaba alto el pabellón pese a perder, mostrando las cualidades que le han llevado a la zona alta, pero ante este Barça no hay quien pueda.

Arrancaba el encuentro con primer gol rápido del Barça, pero Villa de Aranda se rehizo con un fenomenal trabajo defensivo. Rangel Luan da Rosa comenzaba a sacar balones imposibles y Muñoz ubicaba el empate en unos minutos iniciales marcados por el escaso acierto de los ataques. Los culés, quizá algo despistados por los homenajes previos tras su racha de 73 partidos sin conocer la derrota, y los ribereños pugnando por sobrevivir en cancha ante el equipo más potente de España.

Jacobo Cuétara movía sus peones con sabiduría, y de hecho hasta el minuto siete del encuentro no llegaba el tercer tanto, y era el 1-2 para Villa de Aranda. Los castellanos se hacían con el control del electrónico ante el pasmo de la grada, sellando el propio Roberto Sánchez desde el extremo un parcial de 0-4 que ubicaba en el electrónico un 3-6.

Los dos porteros estaban siendo, de largo, los mejores del encuentro. Ambos por encima del cincuenta por ciento en efectividad -fabuloso Rangel, siete paradones a uno de los mejores ataques del mundo- y Villa de Aranda seguía arriba en el marcador con Roberto Aguirre estelar en ataque.

De hecho, al paso por el minuto 18 Tomás Moreira volvía a acertar con el marco barcelonista para devolver una renta de dos a la escuadra arandina. Despertaban poco a poco los locales, empujados por el coraje de Víctor Tomás, pero sólo hacían ‘la goma’ en el luminoso. Así, con 8-9 Xavier Pascual pedía un tiempo muerto para tratar de despertar a los suyos. Syprzak sufría la primera exclusión de la noche. No lo aprovechaba en primera instancia Villa de Aranda y Sigurdsson igualaba a nueve, pero los ribereños seguían enchufados. Así, dos golazos de Muñoz y Juanlu Moyano disparaban de nuevo a los de Jacobo Cuétara, 9-11. Ahí despertaba el Barça, parcial de 3-0 pese a un tiempo del banquillo arandino, si bien el luminoso se mantenía igualado. Y en los veinte segundos finales, el gustazo de sendos goles de Maestro y Juanlu, junto al enésimo paradón de Rangel, para remontar hasta un histórico 13-14 en el intermedio.

Arrancaba el segundo acto y Oswaldo Maestro seguía empeñado en la sorpresa con la primera diana, pero esa acción supuso el arranque de la reacción blaugrana. Con Gonzalo bajo palos, el Barça endosaba un parcial de 6-0 (19-15) a un Villa de Aranda donde dos balones perdidos por Maestro pesaban en los peores minutos de la noche.

Muñoz cortaba esta sangría desde los siete metros, pero los catalanes ya jugaban con viento de popa. Syprzak brillaba en el pivote y Entrerríos sacaba el misil a pasear, pero los ribereños no le perdían la cara al encuentro pese a verse ya por detrás. Dos paradones de Rangel no se veían acompañados en ataque, ya que la pareja arbitral, demasiado escrupulosa, le pitaba en dos ataques seguidos a la ofensiva burgalesa que había pisado el área. La primera línea culé imponía su ley: 24-18. Al paso por el ecuador del periodo, el parcial local era ya de 5-0 para un 25-18, pero los de Xavi Pascual seguían a toda máquina, engrosando sus cifras hasta irse en un parpadeo por encima de los diez tantos (29-18 a los 16 minutos, parcial de 9-0 y Villa de Aranda nueve minutos sin anotar).

Perrella cortaba esa sangría entrando el encuentro en unos minutos más cómodos para los ataques. En el tramo final salía el joven Luis Lucía bajo palos en los castellanos, que se llevaban al final un marcador excesivo tras una histórica primera mitad.

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