¿Cree en la hipnosis, en ese método con el que se induce a un profundo sueño a la persona mediante técnicas artificiales o influjo personal? Y, aún más, ¿cree en este sistema como herramienta médica para tratar o, al menos aliviar, algún tipo de enfermedad crónica o especialmente dolorosa, como determinados tipos de cáncer? La sencilla respuesta a ambas preguntas desde la óptica científica en España es «no», sin embargo, en países como Israel o Costa Rica se trata de un instrumento regulado desde sus Administraciones sanitarias para su uso clínico, ya que está comprobada su utilidad en el tratamiento de dolencias crónicas y como elemento paliativo frente al fuerte dolor.

El director de la Sociedad Científica Interdisciplinar Acapi-Psicondec, Mario Araña, experto en hipnotismo, apuesta por su introducción en el sistema sanitario de una manera regulada y, siembre, bajo el amparo del médico como único especialista capaz de su administración.

Y, en este sentido, denuncia que este método ha sido «tratado de forma desajustada», en parte por la «distorsión» que provoca su relación con el espectáculo, «temores vinculados con bastante ignorancia respecto a la potencialidades de esta técnica». El experto responsabiliza a las instituciones, Gobierno y responsables médicos que «obvian» su utilidad, además de su «rentabilidad», en estrategias sanitarias donde, añade, «tiene una aplicación extraordinaria».

En esta línea, destaca su utilidad ante los pacientes crónicos; pacientes que no responden al multitratamiento; pacientes oncológicos, como paliativo; como arma eficaz para afecciones osteomusculares y esqueléticas, donde podría convertirse en terapia alternativa; incluso, explica, existen estudios que describen que su uso en intervenciones quirúrgicas reduce la pérdida sanguínea y mejora la recuperación posterior del paciente.

«Está corroborado que los efectos de la hipnosis van más allá del uso compasivo, porque implican más que la mera reducción del dolor y desaparición de los síntomas, hay una repercusión inmunológica y neurobiológica comprobada que repercute en la evolución de los distintos procesos, pudiendo acortar la duración y el impacto de la enfermedad», añade.

Por tanto, a su juicio, «la hipnosis debe formar parte del arsenal terapéutico al menos en cada unidad hospitalaria; de tal forma que, si bien no todos los profesionales pueden ser expertos, sí la totalidad de los departamentos vinculados al sufrimiento humano deben usar esta técnica como herramienta de uso complementario».

Además, advierte de su rentabilidad, e invita a reflexionar sobre su uso en los crónicos, que al Estado le supone el 70 por ciento del gasto. «Fuera de España hay aplicaciones generalizadas  como apoyo a oncológicos y con unidades especializadas propias», recuerda.

Araña admite que el hipnotismo «es un fenómeno complejo», y lo describe como una técnica en la intervienen distintos procesos con implicaciones neuropsicofisiobiológicos y del sistema inmune y endocrino, donde su actividad es más amplia que «la mera plasticidad neuronal o la reducción compasiva del dolor».

El tratamiento práctico consiste en la interacción entre el especialista y el paciente y, por ello, «cada proceso requiere ser afrontado de una forma». «La hipnosis es un compendio de variables donde se incorpora no solo la enfermedad, sino también el estado del paciente, el origen y desarrollo de la patología y el contexto sanitario en el que está inmerso», señala.

biblioteca virtual. La Sociedad Científica Interdisciplinar Acapi-Psicondec y la Sociedad Española de Valoración Médica del Daño Corporal han creado la International Open Repository on Scientific and Health Hypnosis, es decir, la primera biblioteca internacional virtual sobre este método médico, desde un punto de vista científico y sanitario.

Entre los objetivos de esta red, explica el doctor Araña, se encuentra llamar la atención y ayudar a que los profesionales asistenciales, la población y las instituciones conozcan la hipnosis como una herramienta clínica. No obstante, aclara que la información que se suministra en este amplio archivo no debe ser utilizada como recurso terapéutico como tal.

«Cualquier finalidad asistencial para un problema de salud debe ser aplicada por los profesionales legalmente autorizados. El propósito que origina la creación de este recurso científico sobre hipnosis es facilitar el acceso a la mayor cantidad de información posible de forma estructurada y organizada en secciones», señala.

Los textos han sido cedidos por los propios autores. «Nos regimos ante criterios de edición en publicaciones científicas y académicas», asimismo siempre teniendo en cuenta que hayan sido realizados por investigadores con titulación y formación académica constatada.

Solo así se permite que los profesionales sanitarios, principalmente, médicos, neurólogos, anestesistas, traumatólogos, enfermeros, psicólogos y dentistas, de cualquier país o lugar del mundo, dispongan de información médica amplia y densa sobre las características y resultados de esta herramienta asistencial, «en todos y cada uno de los campos de aplicación sanitaria y en todas y cada una de las revistas científicas y universidades».

En este momento, la red cuenta con más de 1.200 recursos científicos  a los que se puede acceder de manera gratuita. Así, profesionales, estudiantes y población en general puede consultar sus artículos, capítulos de libro, conferencias, tesis doctorales, y demás documentos científicos.

La biblioteca se encuentra alojada en los espacios electrónicos facilitados y avalados por la Red Académica y Científica RedIRIS, que ha habilitado la web www.bscw.rediris.es/pub/bscw.cgi/3701357 para consultar al respecto.