Un cine más valiente y popular

AGENCIAS
-

El último ganador del Goya al Mejor Actor, Javier Cámara, aboga por cambiar el 'chip' para mejorar la situación del séptimo arte

Un cine más valiente y popular

Uno de los rostros más conocidos de la gran pantalla y ganador del Goya al Mejor Actor protagonista en la última edición, Javier Cámara, aseguró ayer que, desde su perspectiva personal, es necesario llevar a cabo «proyectos más valientes, más atractivos y populares» que «traten al espectador como una persona inteligente» y que al verlos se sienta «juzgado, preguntado».

Más allá de las protestas originadas por la situación de las ayudas a la cultura y al séptimo arte, el intérprete señaló la necesidad de «crear un motor, que no sea solo de protesta, sino también de activación de generar que los proyectos salgan adelante de la forma mejor posible».

«Hay muchas cosas de las que me gustaría quejarme, pero ya me he quejado muchísimo. Por eso, ahora me pongo en el motor de ponerme activado y cambiar el chip y, sí, tener claro cuáles son mis protestas y de lo que quiero que mi país haga por la cultura y por el cine y por lo que sea en general y lo que a mí me toca más concretamente; pero también porque, de repente, hagamos los proyectos más valientes, más atractivos, más populares», explicó el artista.

En este sentido, se mostró esperanzado por la generación de actores y directores españoles «que viene detrás» de la suya porque, según afirmó, «es la gente que sabe idiomas, que ha estudiado fuera, que tiene muchísimas referencias y un background de gente con mucho talento». «Esperemos que ellos hagan cosas grandes», destacó.

En cualquier caso, rechazó la idea de que el cine español sea «laxo» en sus propuestas y aseguró que es un problema general. «En el ámbito nacional se han hecho películas inmensas, cosas maravillosas, pero es cierto que hay una cierta laxitud a la hora de querer llegar a todos los públicos y hacer dinero mucho más fácil».

A juicio de Cámara, «es evidente que uno quiere llegar a todo el mundo, pero no a cualquier precio». «Hay que ser un poco más sutil con lo que se ofrece al público y tratarles como personas inteligentes. Hay que saber que el público lee y que puede desgranar una película puede ser más atrayente y compleja, más misteriosa», destacó.

En busca de nuevos retos. El artista apuntó que él mismo, después de cerca de 30 películas, «cada vez elige mejor los proyectos» en los que se implica y no se limita a tener en cuenta que el guión «sea interesante», sino que busca otros incentivos.

«A uno le apetece abrir un libro y que le cambie la vida por completo e ir regalándolo por ahí: Oye, te tengo que regalar este libro porque es maravilloso. Ese es el cometido que uno busca. Cuando me involucro en una obra de arte pienso que quiero que alguna de ellas se convierta en esto. Quiero que pase, que se haga realidad. A veces pasa y a veces no, pero yo estoy totalmente convencido de que quiero que suceda», afirmó.

Por ello, abogó por que los cineastas nacionales tengan valor para «jugar con ciertas armas» que hagan que el espectador «se sienta atraído, por un lado, pero que a la vez se sienta como juzgado, preguntado al respecto».

Cámara aludió, además, al valor porque, según recordó, «la situación no ayuda». Aún así, reconoció que «a veces le da pudor» contar que la industria del séptimo arte necesita muchas cosas cuando «otros sectores como la Sanidad o la Educación necesitan muchísimo más».

En este sentido, el chico Almodóvar subrayó que «se puede hacer las dos cosas a la vez, de forma conjunta», «se puede ser una persona con una gran conciencia cívica de lo que uno quiere para su país y, al mismo tiempo, tener un sentido positivo de que con el propio trabajo se está intentando cambiar el mundo y hacer que las cosas vayan a mejor».

Por ello, indicó que su prioridad más clara es «poner toda su energía para que algo cambie», «estar atento a quienes están poniendo su energía en algo positivo» y ser «crítico consigo mismo y querer ser mejor persona, mejor actor y hacer mejor las cosas. Es una tarea de todos». «Es un trabajo de que conlleva una gran responsabilidad para cada uno, para cada ciudadano y para cada creador», concluyó.