Unos 25 niños pasarán a lo largo del verano por las instalaciones de la clínica oftalmológica. Actualmente, sus patologías son las mismas que las de cualquier niño de su edad. Así, lo que más detectan son problemas de refracción, es decir, que necesitarán llevar gafas, según ha exlicado esta mañana el oftalmólogo José Ladiñán. Se trata de niños "muy bien cuidados", que aprovechan el verano para solucionar rápidamente problemas de salud para los que en su tierra encontrarían más dificultades. En estas revisiones se buscan también conjuntivitis, blerafitis y queratitis, sobre todo. Esta iniciativa se desarrolla en Burgos desde 2008. Después, lo que cuesta más es que cuando regresan a su país sigan llevando las gafas si no tienen muchas dioptrías, según ha confesado la gerente de la clínica, Sofía de la Iglesia. La óptica Álvarez Atienza les proporciona las lentes.