La PAH logra paralizar la subasta de la taberna de Orbaneja del Castillo

I.P. / Burgos
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La venta estaba prevista mañana por parte de la Seguridad Social a la que José Antonio Sevilla, que lleva casi 30 años regentando el negocio, debe 18.000 euros de su cuota de autónomo

José Antonio Sevilla, su mujer Gisela y su hija Elisa recibieron ayer un balón de oxígeno, gracias a la mediación de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), que tras conocer hace unos días la situación por la que atravesaba esta familia de hosteleros de Orbaneja del Castillo, movieron todos sus resortes para impedir que mañana día 2  la Seguridad Social procediera a subastar el inmueble en el que no solo residen sino que tiene el negocio del que llevan viviendo casi 30 años, en la primera planta, la taberna y en la segunda,  el restaurante.

Ayer tras entrevistarse con el director provincial de la Seguridad Social, Luciano Galindo, y poner sobre la mesa las circunstancias familiares y económicas de la familia, la administración decidió  suspender la subasta del inmueble de forma cautelar hasta que haya una resolución del juzgado, explicaba a Diario de Burgos, Toño Tella, de la PAH.  Y es que el viernes pasado, la Plataforma presentó un contencioso administrativo en el Juzgado solicitando la suspensión temporal que si bien no se ha resuelto aún, la sola presentación del recurso, ha hecho que la Seguridad Social desista de su intención hasta que haya una decisión del juez al respecto.

Ahora, el paso inmediato es negociar con la entidad financiera con la que José Antonio Sevilla tiene contratada la hipoteca de la vivienda, una ampliación de ésta para poder así hacer frente a la deuda que la familia mantiene con la Seguridad Social por impago de las cuotas de autónomo. En concreto, debe unos 18.000 euros de varias anualidades, con los correspondientes recargos  e intereses de demora. Sin embargo, apuntan desde la Plataforma, la intención del banco ha sido la de colaborar, ya que apenas le queda por pagar 6.000 euros y siempre ha estado al día en el pago de las letras.   

Tras la actividad vertiginosa de los últimos días y la de ayer mismo, tanto la Plataforma como José Antonio, mostraban su satisfacción y alegría. La PAH por haber paralizado, por el momento, la subasta y con ello el temido desahucio, y el hostelero por  la nueva oportunidad que se le abre de pagar su deuda con la SS. Éste no podía ayer contener la emoción y agradecía a la PAH, sobre todo a Toño, su ayuda en estos momentos tan difíciles. Aunque para José Antonio lo primero es su familia -Gisela Funk, su mujer, no está bien de salud-, poder continuar con el negocio no es menos importante porque es el sustento de la familia, sobre todo de él, su mujer y su hija Elisa. El matrimonio tiene otros dos hijos que ahora están viviendo en Alemania, de donde es Gisela. Dicen que no se han ido por gusto, pero había que buscar nuevas oportunidades y aunque les ha costado parece que ahora les empiezan a ir mejor las cosas; de hecho, su hijo Oliver ha conseguido trabajo, y Andrea estudia peluquería y alemán. José Antonio recuerda que hasta ahora tampoco han podido ayudar económicamente a la familia. Pero para él ahora mismo lo principal es que estén bien allí  y mantengan el empleo, y que su hija Elisa pueda seguir estudiando.

Por su parte, Toño Tella, destacaba que con la decisión de ayer, la familia gana tiempo y que debido a estos meses veraniegos, es posible que hasta el mes de octubre no haya resolución judicial. En todo caso, espera que para entonces ya se haya podido firma la ampliación de la hipoteca y pagado  la deuda. A pesar de esta ‘victoria’ momentánea, desde la Plataforma se critica a las administraciones por su falta de sensibilidad. «Es aberrante que la propia Administración despoje a una familia de su vivienda y la condene a la exclusión social», asegura.