Sánchez se muestra exultante

AGENCIAS
-

El secretario general del PSOE, cuya Ejecutiva obtiene el 86,19 por ciento de los votos de sus compañeros, se compromete a suprimir las reformas fiscal y laboral y cambiar la Ley Electoral

SE REANUDA EL CONGRESO DEL PSOE CON LA VOTACIÓN DE SUS ÓRGANOS FEDERALES - Foto: J.J. Guillen

 
Euforia. Esa es la única palabra que sirve para describir el estado de ánimo de la familia socialista. Su nuevo secretario general, Pedro Sánchez, proclamó ayer que la jornada en la que se clausura el cónclave que le ha elegido como nuevo líder, es «un pésimo día para los que quieren un PSOE débil», porque de este congreso salen «más fuertes y más unidos». Yes que su Ejecutiva obtuvo el respaldo del 86,19 por ciento de los votos:849 a favor y 136 blancos. Conviene recordar que en 2012, en Sevilla, Pérez Rubalcaba se quedó en un 80,42 por ciento. 
Sin papeles, el madrileño ofreció un discurso de más de una hora ante los cuatro líderes que ha tenido el PSOE en democracia, y fue despedido con una ovación de todos los presentes. «Hoy, compañeros y compañeras, es un mal día para la derecha española, es un mal día para los que quieren imponernos su moral y erosionar el Estado del Bienestar. Es un mal día para los que aprovechan la crisis para convertir en realidad sus sueños más inconfensables, para los de los sobre llenos y las conciencias vacías. Es un mal día para los tramposos que se envuelven en la bandera de España y se llevan sus dineros a paraísos fiscales. Es un mal día para los que únicamente tienen un proyecto, atacar a los socialistas, para los que necesitan decir que todos somos iguales para sentirse diferentes». 
Además, se mostró convencido de que los socialistas van a protagonizar una «remontada» en los próximos meses y años, para luego recordar a todos sus compañeros que son «los sucesores del partido más importante de España», que ha logrado los «mayores avances» para el país. «Aquí estamos, en pie, en marcha, para cambiar España una vez más, lo hemos hecho dos veces y lo vamos a volver a hacer una tercera», recalcó. 
Aparte de comprometerse a suprimir las reformas fiscal y laboral si llega al poder su grupo y de cambiar la Ley Electoral para que participe más la ciudadanía, también aprovechó el madrileño su estreno para denunciar que el presidente, Mariano Rajoy -con quien se cita hoy-, pretende «resolver sus líos internos» cuando plantea medidas de regeneración democrática y le lanzó  un aviso: «Si quiere de verdad regenerar la democracia, que coja la escoba y empiece a limpiar su casa». 
Tras dos semanas extenuantes de citas con agentes sociales y con representantes del socialismo español y francés -el primer ministro, Manuel Valls-, en los próximos días se verá el nuevo giro de Ferraz, que hoy más que nunca está controlada por los barones. Es la mejor manera de asegurar la paz.