El documento, que se espera debatir en el Pleno de septiembre, incluye como novedades un registro voluntario y gratuito de bicicletas, que será obligatorio para aquellas con uso comercial. Los ciclistas tendrá que circular por la calzada o por el carril bici, salvo los menores de 11 años, que podrán ir por la acera acompañados de un adulto.

También se habilitarán zonas compartidas para peatones y ciclistas, en las que los vehículos tendrán que circular a un máximo de 10 kilómetros por hora, siempre con prioridad para los viandantes. Además, en tendrán que mantener una distancia de 1,8 metros a las fachadas. Cuando no sea posible respetar esa medida o circular más de 5 metros seguidos sin hacer zigzag, tendrán que apearse y continuar a pie.

La ordenanza prohibirá ir en bicicleta con un animal atado con una correa y circular con cascos o auriculares.

Esas zonas compartidas serán establecidas por el alcalde o el concejal en quien este decida delegar. Quedarán excluidas las calles del casco histórico que sean demasiado estrechas (por ejemplo La Puebla o San Lorenzo) y también se podrá establecer un horario de uso y suspender temporalmente en los casos en los que se espere una aglomeración de gente, por ejemplo en fiestas.