La política de expansión internacional puesta en marcha por Industrias Metalúrgicas Esgueva (Imesa) llevará a esta empresa arandina a afrontar un importante reto en suramérica, la colocación de dos limpiarrejas en la central hidroeléctrica de Tablachaca, la mayor de las instalaciones de estas características de Perú, que, con una producción de 1008 megawatios, se encarga de suministrar el veinte por ciento de la energía del país. El contrato se enmarca dentro del plan de colaboración para la mejora de la eficiencia y seguridad de suministro en la generación de energía de las centrales hidroeléctricas del país andino, que el pasado 10 de julio presentaron representantes de la firma ribereña al viceministro de Energía, Edwin Quintanilla.
Estos equipos, que, basándose en sistemas hidráulicos, se encargan de forma mecanizada, y con la periodicidad que se quiera establecer, de mantener en las mejores condiciones de limpieza posible los puntos de entrada del agua en las centrales, evitando su obturación y mejorando con ello el funcionamiento y rentabilidad de las mismas, tienen como aliciente añadido que serán los de mayores dimensiones hasta ahora fabricados por la firma arandina. Sus 42 metros de profundidad garantizan que se pueda cubrir toda la superficie del acceso hídrico.
«Es el récord de Imesa. Para nosotros es algo nuevo, porque no hemos llegado a tanto nunca y esperemos que todo vaya en orden», señala Álvaro Esgueva, responsable del Departamento Comercial de Imesa, especificando que el proyecto conlleva también la sustitución de las cuatro rejas que tiene la presa.
La actuación, que se prevé ejecutarla en dos fases, la primera a mediados de octubre y la segunda ya en 2015, conllevará el desplazamiento de entre ocho y diez trabajadores a Perú. Además, allí habrá que contratar también personal de la zona, «otras seis u ocho». Las especiales características de la presa y su importancia para el suministro eléctrico del país obligará a realizarlo en un plazo máximo de diez días, lo que supondrá, además, el establecimiento de turnos de 24 horas.
La instalación de los limpiarrejas en Perú suponen la apertura de un nuevo mercado para estos productos, que aunque Imesa lleva produciéndolos 25 años y su presencia en países europeos es muy habitual, no lo es tanto en suramérica. «El boca a boca funciona mucho allí», indica el representante de la empresa. De hecho,trabaja ya en proyectos en Ecuador, Brasil, Colombia, Costa Rica o Chile e, incluso, ha desarrollado proyectos ya en Panamá y Guatemala.
Todo ello sin descuidar su trabajo en España, donde con Ibérica de Energías está actuando en dos centrales diferentes, la de Menuza, situada sobre el rio Ebro en la ciudad zaragozana de Sastago (Zaragoza), Mendavia, situada también sobre el Ebro, en la localidad riojana del mismo nombre. En estos casos, en dependencias arandinas se están ya fabricando los equipos que, tras su instalación, se prevé que puedan ponerse en marcha en octubre.
empresa en expansión. Para hacer frente a toda esta actividad, Imesa cuenta con una plantilla de cerca de 60 puestos de trabajo directo y otros 40 indirectos. Este año ha contratado tres nuevos ingenieros para la oficina técnica y otros cinco operarios se han integrado directamente en producción. De hecho, mantiene las previsiones que apuntan a que puedan alcanzarse los cien puestos de trabajo en los próximos años.