Posible sabotaje en los depósitos de agua de Cabezón

F. TRESPADERNE
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Tras comprobar que estaban vacíos, la Guardia Civil se trasladó para inspeccionar la instalación y un técnico está revisando los cuadros eléctricos. Además, se está analizando la calidad del agua

Apenas hace diez días que tomó posesión Esperanza Lacalle como alcaldesa de Cabezón de la Sierra, tras la renuncia obligada del anterior regidor para cumplir una condena de inhabilitación, y ya se ha tenido que enfrentar a un grave problema como es el del abastecimiento de agua. La localidad, misteriosamente, algunos vecinos hablan directamente de sabotaje, se quedó sin agua y al entrar en los depósitos para comprobar lo que pasaba se encontraron con que estaban totalmente  vacíos, «algo muy extraño porque no se vacían ni en uno ni en dos días», asegura la alcaldes, quien avisó a la Guardia Civil para que investigue si alguien pudo manipular las instalaciones.

Además, durante la jornada de ayer un técnico estuvo inspeccionado toda la instalación eléctrica para ver si pudo tratase de una avería o si, por el contrario, alguien pudo manipular los cuadros eléctricos, «porque cuando subimos los diferenciales el agua comenzó a entrar con normalidad en los depósitos», afirma la alcaldesa, quien quiere pensar que se trata de un problema eléctrico, «porque  el agua es una cuestión muy seria». También se están realizado analíticas para comprobar la calidad de agua, aunque como medida preventiva se informó a los vecinos que no la consuman.

«Al quedar completamente vacíos los dos depósitos, se comunican, toda la suciedad depositada en el fondo se ha revuelto y el agua salía sucia», indica Lacalle, quien también ha dado instrucciones para cambiar todas las cerraduras de las instalaciones municipales, «una medida que ya habíamos adoptado antes de que sucediera este incidente con el agua», matiza.

La intención de la alcaldesa, cuando tenga todos los informes, es convocar a los vecinos a una reunión, «si es posible este sábado», matiza, para informales del problema y de las medidas que estamos dispuestos a adoptar para que no se vuelva a repetir una situación como esa», afirma.

La alcaldesa insiste en que garantizar el abastecimiento y la calidad del agua «es una prioridad» y para ello está dispuesta «a invertir todo lo que haga falta y si es necesario solicitar un crédito lo haremos, pero tenemos que tener agua y de calidad», aunque confía en que se trate de una avería. Además, Lacalle ha solicitado una reunión con el presidente de la institución provincial, César Rico, para trasladarle la preocupación que existe en el pueblo por este asunto y «pedirle la colaboración económica de la Diputación para acometer las obras que sean necesarias», reitera la alcaldesa.

Restablecido el servicio. A lo largo de la jornada del domingo se restableció el suministro de agua, «nada más subir los diferenciales comenzó a entrar agua», afirma Lacalle, a la vez que señala que algo «no funciona bien» porque el agua no pasa de un depósito al otro, «y se escapa». Cada uno de los dos depósito tiene una capacidad de 50 metros cúbicos, «una cantidad suficiente para el pueblo», apunta la regidora, quien insiste en que no ha presentado ninguna denuncia formal a la espera de conocer los informes de los técnicos sobre el incidente registrado el sábado.

Mientras llegan esos resultados  sobre lo ocurrido el sábado y también sobre la calidad del agua, calidad que ha sido objeto de numerosas críticas en los últimos años, los vecinos esperan que se conozca «toda la verdad» y que la alcaldesa, que lleva poco más de diez días en el cargo, adopte todas las medidas que considere necesarias para que no se vuelva a repetir algo similar y la calidad del agua «esté garantizada», señalan.