El sábado 7 de julio, el bus búho realizó su último viaje antes del parón por las vacaciones de verano. El pasado 5 de octubre, noventa días después y con las clases tanto en colegios como en la universidad ya en marcha, el servicio se volvía a poner en marcha con los primeros trayectos desde la avenida del Arlanzón y la carretera de Arcos.

La opinión unánime de la gran mayoría de usuarios que eligen el transporte urbano público por la noche es que se programe durante todos los fines de semana del año, sin excepción alguna. No obstante, de los datos facilitados por el Servicio Municipalizado de Accesibilidad, Movilidad y Transporte (Samyt) se desprende que el número de viajeros ha descendido en los últimos siete años de manera drástica en una de las líneas, con una caída que ronda el 30% de usuarios, mientras que en la otra, en el mismo periodo de tiempo, ha tenido un crecimiento del 2,5%.

La que va desde la avenida del Arlanzón hasta Gamonal, denominada L-88, la utilizaron el año pasado 28.156 usuarios, una cifra muy lejana de los 38.158 que se subieron al autobús en el 2011. La caída es significativa y podría decirse que anunciada al comprobar los viajeros cada año; en 2012 ya perdió cerca de 5.000, quedándose en los 33.633 pasajeros. Hasta 2014 cayó hasta los 31.000, mientras que el ejercicio siguiente recuperó usuarios hasta los 36.234. Se mantuvo más o menos estable, con un descenso de 713 pasajeros en 2016 (35.521), pero la estadística del año pasado deja un registro de 7.356 viajeros menos hasta bajar, por primera vez en mucho tiempo, de los 30.000 anuales.

Estos malos datos, sin embargo, contrastan con los que refleja la otra línea de autobús búho operativa los viernes y sábados por las calles burgalesas, la L-87, que cubre el recorrido entre la carretera de Arcos y el barrio de San Cristóbal. Si hace 7 años transportó 4.562 pasajeros, en 2017 subió en 118 hasta llegar a los 4.680, un leve aumento del 2,5%.Esta cifra supone la máxima registrada por este servicio en el periodo de tiempo indicado. Además, durante estos años ha sufrido constantes altibajos en el número de viajeros, con crecidas y bajadas constantes; de 2011 a 2012 ganó un viajero; en los dos ejercicios siguientes perdió 751, luego volvió a ganar hasta llegar a los 4.235 y tras otro periodo de caída, en 2017 alcanzó los 4.680.

unanimidad. El presidente del Servicio Municipalizado de Accesibilidad, Movilidad y Transporte (Samyt), Jorge Berzosa, asegura que la puesta en marcha todos los fines de semana del año depende del convenio colectivo con los trabajadores, y en estos momentos «está pactado que se preste los días lectivos fuera de la jornada laboral, a través de horas extraordinarias voluntarias». Es por ello que explica el concejal del Partido Popular que su intención es sentarse con el comité de empresa y renegociarlo, aprovechando la reestructuración del Servicio. «En función de las negociaciones podremos analizar alternativas y mejoras en el Búho como es nuestra voluntad», admite.

Por otro lado, desde la bancada socialista Antonio Fernández Santos asegura que hasta que no se resuelva el nuevo planteamiento pactado por PPy PSOE y relativo al nuevo mapa de las líneas de autobús los días de diario «no me atrevo a decir nada del Búho». Recuerda que desde su partido llevan defendiendo «mucho tiempo» que este servicio esté operativo durante todo el año, así como aspectos como las paradas a demanda o anti-acoso, así como la posibilidad de ampliar el número de líneas, pero pone como prioridad cerrar el mapa de recorridos de diario primero para avanzar en esta materia.

En Imagina Burgos también abogan por que se mantenga todo el año, indica el consejero vecinoHéctor García, así como una reorganización del recorrido que realizan los autobuses que cubren el trayecto entre la carretera de Arcos y San Cristóbal, tratando de separar un poco el itinerario para que no se aproxime tanto con el que va desde la avenida Arlanzón hasta Gamonal. Explica García que zonas como el G-3, con un volumen de población joven bastante importante, no cuentan con un servicio de búho correcto, por lo que se trata «de una idea que sería interesante» y que ya manejan desde hace tiempo en la formación ciudadana.

También enCs son partidarios de que se preste durante todos los fines de semana, afirma Vicente Marañón, pensando sobre todo en colectivos más vulnerables como los jóvenes que carecen de carnet de conducir. «El servicio publico está para prestarlo cuando más se necesita y a quién más lo pueda requerir», asegura. Además es partidario de que el sector del taxi, que tiene en las noches de los fines de semana uno de sus principales mercados, «prospere ofreciendo un servicio demandado», es decir, no porque los clientes potenciales no tengan otro remedio que acudir a su servicio, sino porque lo elija expresamente frente al transporte público. Cree necesario poner en funcionamiento el búho en verano y comprobar si tiene tirón. «No hay mejor demostración que la prueba, si funciona es que hay demanda y si no se puede dar una vuelta para hacerlo más atractivo, pero tampoco podemos permitirnos que circulen autobuses vacíos».

Por último, desde el Consejo de Alumnos de la UBU admiten estar «descontentos» con la gestión actual que realiza el Ayuntamiento en esta materia. «No siguen criterios justos con los estudiantes y no se rigen por un calendario concreto, sino que lo quitan y lo ponen a su antojo sin informar correctamente a los ciudadanos», lamentan. Es por ello que reclaman que se convierta en un servicio permanente, pero que esté adaptado a los universitarios.