García Varona sitúa el roble de la comarca en el mercado japonés

A. Castellanos / Santelices
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La compañía familiar, con sedes en Santelices de Valdeporres, Villarcayo y Parbayón, ya exporta a Alemania, Reino Unido, Francia, Italia e incluso Nueva Caledonia

Emilio García Varona comenzó en solitario hace 51 años lo que hoy se ha convertido en una importante empresa de Las Merindades con 55 empleados en su plantilla y exportaciones a varios países de Europa, Estados Unidos, Nueva Caledonia y ahora también Japón. Esta semana, empresarios nipones, con los que Maderas García Varona comenzó a firmar contratos hace un año, viajaron hasta la comarca para conocer la calidad del roble del extraordinario Monte Hijedo y las instalaciones de la empresa en Santelices de Valdeporres y Villarcayo. El objetivo es lograr que estos clientes japoneses, dispuestos a pagar precios elevados por la madera de calidad, apuesten por el roble de la comarca y aumenten sus pedidos.

Almudena García López, quien junto con su hermano Alberto y el apoyo de sus padres, Emilio y Begoña, tira ahora de la industria familiar, se mostraba segura de que el roble de Las Merindades había convencido a los nipones, que también han visitado Galicia y Asturias. Acompañados por técnicos de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, que decide sobre la base de un desarrollo sostenible la ordenación y conservación de los bosques, los responsables de García Varona hicieron lo posible para que los empresarios japoneses se «enamoren de nuestro producto y lleguemos a un mercado privilegiado que puede pagar más y mejorar los precios de la madera». Si ocurre, los beneficios no solo serán para esta empresa, sino también para las localidades propietarias de los montes, que verán cómo aumenta el precio de las subastas, y para la conservación de los montes, dado que una parte de lo obtenido por las cortas se destina a  esta finalidad.

En Monte Hijedo, una gran masa forestal de 1.500 hectáreas situada en el Alfoz de Santa Gadea, se cuentan cerca de 650 hectáreas de roble. Árboles centenarios crecen en este bosque de ensueño, en el que la Consejería de Medio Ambiente realiza entresacas o claras cada año para eliminar las piezas que pueden frenar el crecimiento de «los mejores robles», como explican desde la Junta de Castilla y León. De media, en una entresaca se corta el 20% de la madera de la superficie elegida.

En Maderas García Varona aplauden la política forestal de la Administración regional, aunque también consideran que «se podría cortar más madera en Las Merindades». Si no se hace, muchas veces, es por falta de clientes interesados en ella, dado que el roble apenas se consume en España, excepto para quemarlo como leña en los últimos años. Desde la Junta confirman que frondosas como el roble, el haya o las encinas no tenían salida hasta hace unos años. «Los árboles nacen, crecen y mueren y conservar lo que va a morir pronto no tiene sentido», sostiene Almudena García, quien ve en el mercado nipón una gran oportunidad, al igual que los técnicos de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León.

Maderas García Varona está especializada en la fabricación de pavimento de madera maciza y madera aserrada para uso estructural, así como en la comercialización y distribución de productos de madera y derivados, principalmente para la construcción. Pero entre sus clientes también se cuelan los que desean piezas para tonelería  e incluso la fabricación de ataúdes.

Dos meses de viaje

Además del mercado nipón, esta empresa acaba de conquistar hace apenas un mes las islas de Nueva Caledonia, junto a Nueva Zelanda. Hacia allí ha salido un envío de prueba que tardará dos meses en llegar por mar a las antípodas de Las Merindades. En Europa, los productos de García Varona llegan a Reino Unido, Francia, Alemania o Italia. Esta semana también arquitectos italianos procedentes de la isla de Sicilia visitaban la comarca y la empresa. Desde Alemania, a García Varona le consta que sus productos siguen distribuyéndose hacia nuevos mercados, como el ruso.

En España, productos de Maderas García Varona, como las vigas laminadas de pino, llegan a los centros comerciales de la cadena Bricomar, con presencia en Madrid, Cantabria, Asturias, Valladolid, Galicia, Sevilla, Málaga o Barcelona. El futuro está sin escribir en esta firma que no ceja en su intento de crecer.