«Quien pretenda desestabilizar al Partido Popular con ciertos comportamientos no lo va a conseguir». Así de contundente se mostró ayer la secretaria general del PP y presidenta de Castilla La-Mancha, María Dolores de Cospedal, al ser cuestionada, tras el Comité Ejecutivo Nacional de la formación, sobre si el extesorero de Génova Luis Bárcenas tiene capacidad para perturbar al bloque consevador. Minutos antes, la número dos de los populares pidió a la plana mayor de los suyos que luchen contra todos los que buscan dinamitar la unión del partido.
En la misma reunión, celebrada a puerta cerrada, el jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, evitó hacer excesivas referencias a todo lo relacionado con el que fuera dirigente financiero de la formación pues, según remarcó, ya han dicho todo lo que tenían que decir. Así, enfatizó que el partido ha dado explicaciones y también lo han hecho los secretarios generales del bloque conservador y, por lo tanto, «todo el mundo ha manifestado ya lo que tenía que decir».
En la misma línea que el líder de los populares, Cospedal reiteró ante los barones de Génova que el partido no puede estar saliendo todos los días a contestar las «calumnias e injurias» que se están difundiendo, porque, tal y como remachó, este «monotema» no va a ser la «única imagen» del PP. Más inflexible si cabe se mostró frente a los periodistas al afirmar que «no vamos a estar dando la réplica continuamente a un presunto delincuente». A renglón seguido recordó que los ciudadanos dieron al PP un voto de confianza en las elecciones generales para «luchar contra la crisis» y en eso es en lo que están trabajando. «Y lo que no vamos a hacer es que por el interés de alguno o algunos, el partido deje de trabajar en lo que es importante», reseñó.
Para tratar de zanjar el asunto frente a los medios de comunicación, la secretaria general de los populares subrayó que ella ya le manifestó al magistrado instructor del caso, Pablo Ruz, todo lo que tenía que decir sobre este tema el pasado 14 de agosto, cuando declaró en sede judicial como testigo. Una comparencia «en la que dije lo que tenía que decir, no lo que algunos querían que dijera», según indicó. Al hilo de esta afirmación recordó que la línea de trabajo del PP es «decir la verdad y colaborar siempre con los magistrados. De hecho, somos el partido más colaborador con la Justicia». «Estoy muy tranquila, igual que está muy tranquilo todo el mundo. La formación está muy tranquila y vamos a seguir trabajando por los españoles, a pesar del interés de algunos porque nos entretengamos en otras cosas», resaltó. Asimismo, Cospedal hizo hincapié en que es «rotundamente falso» que negociara un finiquito para Bárcenas en febrero de 2013 como publicó ayer el diario El Mundo.
Por su parte, Rajoy dedicó el grueso de su intervención en el Comité Ejecutivo Nacional, que duró poco más de una hora, a la situación económica, con un exhaustivo balance del último año de Gobierno. El presidente del Ejecutivo, que adelantó que el paro arrojará en agosto cifras similares a las del año 2000, recordó que la sombra del rescate se ha alejado ya de España gracias a las medidas impulsadas por su Gabinete. También la número dos de los populares apuntó que se ha frenado la caída, lo que significa que se puede empezar a crecer.
El PSOE da marcha atrás. Por otro lado, las vacaciones parece que han hecho cambiar de opinión al secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba. El socialista comunicó hace un mes y medio la ruptura de relaciones con el PP a raíz de la no comparecencia de Rajoy en el Congreso para hablar del caso Bárcenas. Finalmente, el presidente del Gobierno acudió a la cita parlamentaria, por lo que el líder de Ferraz suavizó su postura inicial y anunció ayer que no pone reparos a sentarse a hablar con el partido del Gobierno sobre las medidas para combatir la lacra de la corrupción.
Así, Rubalcaba propuso ante el Comité Federal de su formación crear una subcomisión parlamentaria, dependiente de la Comisión Constitucional, para negociar con todos los grupos del Congreso, incluido el PP, las reformas de lucha contra el fraude político.