El hostelero del Espolón deberá dejar el local antes del 28 de enero

J.M. / Burgos
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El juzgado ordena que la Policía verifique el desalojo a las 10 de la mañana de ese día

El hostelero ha solicitado permiso para organizar este año un cotillón de Nochevieja. - Foto: Ángel Ayala

Más de tres años después de que el ‘caso Espolón’ saliera a la luz, el que ha sido uno de los grandes culebrones de la legislatura toca a su fin. El Juzgado de Primera Instancia Número 4 de Burgos ha fijado el 28 de enero de 2015, dentro de poco más de un mes, como la fecha para que se ejecute el desalojo de la cafetería. En el auto remitido a la Policía Nacional se insta a que ese día, a las 10 de la mañana, acuda una unidad del cuerpo para que garantice que se produce la salida del hostelero de este histórico negocio de la capital.

A partir de ese día, salvo que el empresario se decida por entregar las llaves antes, el local quedará a disposición del Ayuntamiento. Todo hace prever que la Concejalía de Hacienda convocará antes el concurso para encontrar un nuevo inquilino al negocio.

La demora en la salida del empresario obedece a un proceso judicial que se ha dilatado en el tiempo con los recursos que el empresario ha interpuesto en todas las instancias judiciales. En contra de su permanencia en el local se pronuncio el Juzgado de Primera Instancia, la Audiencia Provincial y por último el Tribunal Supremo.

El ‘caso Espolón’ arrancó en septiembre de 2011 cuando se supo que el hostelero no había abonado al Ayuntamiento ninguna mensualidad del alquiler desde el año 2000. En ese momento se corroboró que la inacción municipal impedía reclamar aquellas anualidades que habían prescrito y el Consistorio decidía acudir a los tribunales para pedir lo que aún podía cobrar. Solicitó el pago de 277.000 euros y la sentencia rebajó la cantidad hasta los 207.000.

No fue el impago de la renta la única sorpresa que se llevó el Ayuntamiento ya que también se supo en esas fechas que al empresario tampoco se le había exigido que pagara el recibo de la luz. Entre otras cosas, porque solo la existía un único contador para todo el edificio del Teatro Principal. Tras realizarse una estimación de lo que había consumido se le recamó que abonara 40.000 euros. cantidad que finalmente ingresó. El equipo de Gobierno concluyó que la causa del ‘despiste’ había sido un ‘fallo multiorgánico’.

El hostelero siguió protagonizando algunas noticias más en los medios de comunicación al intentar celebrar un cotillón de Nochevieja sin autorización (tuvo que devolver las entradas y cancelarlo) o al colocar la terraza sin disponer de licencia municipal. Fue necesario incluso que acudiera la Policía Local a requerirle para que retirara las mesas y las sillas.

El Ayuntamiento convocó un concurso para la explotación del local a principios de 2012 pero lo anuló este verano al entender que habían cambiado las condiciones del mercado. El actual arrendatario, que está al día en los pagos, fue uno de los licitadores que presentó una oferta para optar a seguir regentando el negocio. Falta por ver si  lo volverá a intentar en la próxima oportunidad.