En tiempos de crisis parece que hay que ser más cautos si cabe a la hora de no malgastar el dinero, más aún si se trata del dinero público. Pero las administraciones a veces no cumplen con este cometido y sacan de las arcas públicas partidas que a la postre no sirven para nada. En Miranda hay varios ejemplos, aunque los dos mayores y más sangrantes se los reparten la Junta de Castilla y León y el Ministerio de Fomento.
Si bien es cierto que desde Valladolid se han desbloqueado otras inversiones hasta ahora inservibles como la del vial de acceso a Ircio, o ha habido acuerdo en Madrid para que se puedan seguir, aunque a un ritmo más lento las obras de rehabilitación del Teatro Apolo, la ciudad conserva dos ‘monumentos’ a la inoperancia, y la broma supone que se han invertido hasta la fecha más de 2,3 millones de euros que siguen sin uso ante la incapacidad de ambas administraciones por concluir lo que hace años empezaron.
Fue a finales de 2008 cuando el Ministerio de Fomento (a través del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias) anunciaba un plan para la supresión del paso a nivel de El Crucero, un proceso que en 2009 ya estaba en obras, de tal forma que se empezaron a invertir más de 1,3 millones de euros en la construcción de un paso inferior en la N-I, a la altura de la recta que va entre el hospital y el inicio de la travesía. En paralelo a esta obra, unos metros más cerca de la ciudad, en el paso a nivel de El Crucero, se levantaba igualmente una gran estructura metálica que iba a servir como pasarela peatonal para conectar el barrio con la N-I.
Los plazo fueron cumpliéndose, pero el Ministerio, incomprensiblemente, no había cerrado el proyecto, ya que éste carecía de la necesaria conexión de la N-I con el nuevo paso inferior. Un proyecto mucho menor en gasto y obras, pero que no se hizo entonces, dejando únicamente el paso subterráneo realizado pero sin ninguna conexión ni con El Crucero ni con la N-I.
Y así lleva desde finales de 2009 cuando acabó la obra, alegándose desde Madrid que es Carreteras la que debe ahora completar esta infraestructura, y que debido a la crisis es una actuación que no cuenta con financiación por ahora. De hecho, en este tiempo, únicamente se ha elaborado el estudio para dar solución a esta conexión, calculándose en más de 1 millón de euros la nueva inversión necesaria y un plazo no inferior a los 6 meses de obras después de todo el proceso licitador, por lo que no va a estar lista para cuando acabe la legislatura a no ser que el Ministerio la incluya como obra urgente en los próximos presupuestos.
desde 2009. Otro sangrante proyecto inacabado está más cerca del caso urbano, en el Camino de Anduva. Los mirandeses que acuden ahora a las piscinas ya se han acostumbrado a ver el inacabado Hangar de Arte Joven, un proyecto estrella de la Junta de Castilla y León que en 2006 comenzó a gestarse y que es muy probable que cuando se cumpla una década aún siga si uso.
Lo que es seguro es que no habrá Hangar de Arte Joven para esta legislatura, ya que la Junta de Castilla y león sigue sin poder desbloquear este proyecto, que está afectado por la entrada en concurso de acreedores de la empresa Tebycon. Y así lleva desde el año 2009, precisamente en verano, cuando la constructora dejó de trabajar en el complejo abandonando una obra que está ejecutada en menos de un 40%. Es más, la estructura ha sido objeto de los saqueadores, ha sufrido incendios y cada cierto tiempo se atestigua la entrada de gente a un recinto que apenas tiene una verja como protección.
De momento la Junta no ha dado avances, ya que primero tiene que lograr resolver el problema con Tebycon para que ésta ceda la obra, y así se pueda licitar de nuevo la ejecución de los trabajos para que se complete lo restante. Pero ni ha habido dinero para ello ni desde la Administración regional ha logrado en cinco años desbloquear la iniciativa.
En un principio iban a invertirse 1,5 millones de euros para levantar un espacio de referencia para el arte joven. Un espacio moderno, anexo al albergue juvenil Fernán González, que habilitaría una quincena de estudios y otras dependencias para que los jóvenes artistas pudieran formarse y desarrollar sus proyectos.