Alguno de los elementos que se añadieron a la iglesia de Santa María de la capital ribereña para la celebración de la muestra de Las Edades del Hombre va a permanecer en su lugar. Es el caso de las rampas que se construyeron para salvar las barreras arquitectónicas en este templo. Desde el Ayuntamiento de Aranda se ha solicitado a la Fundación de Las Edades del Hombre que cedan aquellos elementos y estructuras que no vayan a utilizar para poder reutilizarlos. «Las rampas las vamos a poder seguir utilizando y permanecerán en su ubicación hasta que estén en condiciones de perfecto uso», apunta Alfonso Sanz, concejal de Obras y Urbanismo del Ayuntamiento arandino, que aclara que estos elementos son efímeros por lo que no afectan a la estética definitiva del monumento.

Junto a estas estructuras, el Consistorio también va a poder disponer algunos de los elementos que han dado forma a la exposición de Las Edades del Hombre que ha ocupado durante ocho meses las iglesias de Santa María y San Juan para buscarles una utilidad como, por ejemplo, el nuevo montaje del Museo de Arte Sacro de este segundo templo. «Hay que renovar y volver a preparar esta exposición, entonces pedimos a la Fundación que todo lo que no fuese a utilizar que si nos lo podíamos quedar para utilizarlo, lo que es el mobiliario, y nos han dejado lo que no necesitaban ellos y ahora estamos haciendo una valoración de lo que nos puede servir y lo que no», comenta Sanz.

Este trabajo lo va a llevar a cabo el que hizo las veces de comisario de la exposición Eucharistia y responsable de patrimonio de la Archidiócesis de Burgos, Juan Álvarez Quevedo, buen conocedor de la riqueza y variedad de las piezas de arte sacro de las iglesias arandinas. «Se va a hacer una nueva distribución de las obras, con la nueva argumentación que va a realizar Álvarez Quevedo, y creo que no hay ninguna persona mejor para realizar la museización», reconoce el concejal de Urbanismo, mientras que el Consistorio mantendrá la gestión del museo.