La diócesis cubrirá el patio del archivo para rematar su reforma

Angélica González / Burgos
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Durante la inauguración de las nuevas instalaciones por el nuncio del Papa en España, Renzo Fratini, el arzobispo, Francisco Gil Hellín, anunció que esta obra recibirá próximamente el visto bueno del Ayuntamiento

El arzobispo y el nuncio sostienen una de las miles de cajas que alberga el archivo ante la mirada de Matías Vicario. - Foto: Jesús J. Matías

 
A pesar de que las obras del archivo diocesano están concluidas -tal es así que fueron inauguradas de forma oficial por el nuncio del Papa en España, Renzo Fratini- en el Arzobispado existe desde hace tiempo la inquietud por cubrir el patio anexo que, en la actualidad, no presenta muy buen aspecto. Precisamente fue en el acto protocolario y minutos antes de que interviniera en la puesta de largo de las instalaciones, cuando el arzobispo, Francisco Gil Hellín, conoció por boca del alcalde, Javier Lacalle, que próximamente se dará luz verde a estas obras, afectadas por el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). 
Así que, tras relatar las infraestructuras que se han modernizado desde que él ocupa la cabeza de la diócesis -la sede de Cáritas en la calle San Francisco, la residencia sacerdotal en el Paseo de los Cubos, el Palacio Arzobispal y el propio archivo que le ocupaba ayer tarde- Gil Hellín anunció que las obras «tendrán continuidad porque se podrá acometer el cubrimiento de este patio con la posibilidad de bajar la sala de consulta de la biblioteca de la Facultad de Teología, de manera que unitariamente pueda ser el acceso al archivo y a la sala de la biblioteca». Una buena noticia para los investigadores que vayan a utilizar para sus trabajos los inmensos fondos allí guardados, para los que sus responsables, los archiveros Matías Vicario y José Luis Esteban, pidieron «de forma urgente», como dijo éste último, su digitalización «para evitar el riesgo de que se puedan deteriorar los originales», algunos de los cuales tienen siglos de antigüedad. Este ingente trabajo podría tener, apuntó Esteban, el apoyo de «algún mecenas». El mensaje quedaba enviado.
 
«CUSTODIAR LA MEMORIA». Al margen de estos asuntos -no por domésticos de menor trascendencia- el nuncio dijo «congratularse hondamente» de la puesta en marcha de un archivo como el diocesano de Burgos «manifiesta la responsabilidad de la Iglesia Católica en la guarda y perduración de este importantísimo fondo histórico». A su juicio, este esfuerzo «contribuye a la misión de la Iglesia en cuanto que a ella siempre le tocó custodiar la memoria y con ello preservar la identidad y el alma de los pueblos y acudir a ella es necesario para actuar con cordura en el presente; esto nos empeña para el futuro porque aquí está la memoria de Burgos, que está ligada a la Iglesia y a su intensa actividad cultural, caritativa y de preservación del patrimonio histórico».
Fratini, que bendijo las instalaciones antes de pasar a visitarlas acompañado por los archiveros y por el arzobispo, aseguró alegrarse por acompañar a la diócesis burgalesa en esta importante jornada «en la que se hace accesible esta documentación poniéndola a disposición de los investigadores y estudiosos que lo necesiten; estamos seguros de que conseguirán su fin de contribuir a una adecuada construcción de la Historia, lo que es una importante y positiva manera de contribuir al bien común».
El archivo diocesano, ubicado en las instalaciones de la Facultad de Teología que hasta el año 2005 albergaron la sede de Cáritas, celebra unas jornadas de puertas abiertas desde hoy y hasta el próximo día 18 de 10,30 a 13,30 horas. Dispone de 4.660 metros utilizados que pueden ampliarse otros 10.000 más si se necesitan y guarda documentos desde 1011.