Todavía quedan dos jornadas y el Mirandés quiere cerrar la temporada en la mejor clasificación posible, pero una vez lograda la permanencia y sin opciones de luchar por el play off, resulta inevitable empezar a mirar ya al futuro.

En las oficinas del club rojillo se han comenzado a dar los primeros pasos para planificar la nueva temporada. En lo deportivo, la responsabilidad recaerá exclusivamente sobre Carlos Terrazas, cuya continuidad nunca ha estado en duda, por lo que será  quien decida la confección de la plantilla.

La confianza en el técnico y manager general es total por parte del consejo de administración y más este verano, ya que entre los dirigentes existe el convencimiento de que sin la incertidumbre de los dos últimos años por la conversión en SAD y el ascenso administrativo, el técnico dispondrá de tiempo suficiente para elaborar un equipo que permita al Mirandés dar un salto de calidad en la cuarta temporada consecutiva en la categoría de plata.

Lógicamente el míster no comunicará su decisión respecto a bajas y renovaciones hasta que concluya definitivamente la competición, pero ya tiene en mente el nuevo proyecto mirandesista.

En el plano institucional también se avanza ya en aspectos que afectan al próximo ejercicio. La principal preocupación pasa por la remodelación de Anduva y aunque se contemplaba la opción de disputar la última jornada ante el Mallorca en otra ciudad y ganar unos días para comenzar cuanto antes las obras, esta posibilidad está descartada ya que los plazos no dejan margen de maniobra.

Al haber tenido que esperar hasta este fin de semana para certificar que el equipo no se jugará nada esa fecha, igual que su rival, el Mirandés apenas cuenta con tiempo suficiente para solicitar el cambio y comenzar los trabajos con antelación. En el mejor de los supuestos se iban a ganar un par de días a los plazos previstos inicialmente, por lo que el club ha decidido desechar esta alternativa y que el choque de los baleares permita poner fin a la temporada junto a la afición.

Eso sí, al día siguiente del partido las máquinas comenzarán a trabajar para construir la nueva grada, que deberá levantarse en menos de dos meses, ya que aproximadamente a mediados de agosto comenzará a rodar nuevamente el balón.

Director general y cantera

A nivel interno, hay que ver que decisión se toma con la figura del director general. José Gómez no continuará y de hecho desde que estalló la polémica de Osasuna se ha alejado del día a día del club, pero aún no se ha decidido si habrá relevo o directamente se eliminará el puesto.

También en lo que se refiere al fútbol base se ha movido ficha ya que La Charca quedará como único club convenido, tras la ruptura con el Casco Viejo, lo que obliga a reestructurar la cantera con el objetivo de dar vida a un nuevo modelo que garantice estabilidad para los próximos años.

En principio Toño Casado seguirá al frente del filial, después de firmar una buena temporada en el debut en Tercera, pero desde la entidad se baraja la contratación de un coordinador de fútbol base, tarea que este año también recaía en el técnico del segundo equipo.