A buen ajo, buen tallo

I.P. / Castrojeriz
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El periodista y escritor Francisco Alcántara echa mano del refranero castellano para ensalzar este producto. El joven Fernando Díez gana el concurso de ristras

Gran ambiente para seguir el trenzado de las ristras. Ala derecha, el joven Fernando Díez, ganador masculino. - Foto: DB/Luis López Araico

Qué sería de la dieta castellana sin unas buenas sopas de ajo? ¿Concibe un pollo al ajillo o unas anchoas a la vinagreta sin unos buenos dientes de ajo pasados por el mortero? Este producto, pequeño pero sabroso, da gusto a la gastronomía y es la estrella de la fiesta, una vez al año, en Castrojeriz. Esta fecha no está cogida al azar, si el ajo se homenajea en julio es porque es en torno a la fiesta de Santiago Apóstol, cuando se finaliza la recolección del producto, que suele comenzar el mes de junio. Y, como bien dice uno de tantos refranes, el ajo de enero, llena el mortero, dejando bien claro cuál es la mejor época de siembra si se quiere una buena cosecha que, por cierto, este año ha sido regular por la falta de lluvia.

Los castreños siempre se han sentido muy orgullosos de su Feria del Ajo y ayer lo volvieron a demorar con su masiva presencia en la Puerta del Monte, donde se desarrollan los actos de este peculiar festejo, actos que comenzaron con el pregón a cargo del periodista Francisco Alcántara, quien  rescató todos los refranes castellanos sobre el condimento para elevarlo a la categoría de imprescindible en la alimentación. Alcántara reconoció que ha tenido que cumplir años para «reconciliarse» con los ajos, que de niño eran su tortura. Ayer para demostrarlo dio buena cuenta, como todos los castreños y visitantes, de unas calentitas sopas de ajo y pollo al ajillo, platos que no faltan en esta jornada.

Tampoco falta otra de las peculiaridades de la fiesta, el concurso de ristras, que congrega a los vecinos en torno al templete. Seis hombres y cuatro mujeres de Castrojeriz y Villaquirán de la Puebla se aventuraron a participar.Menos uno, el resto de concursantes son habituales cada año. Y para demostrar que la herencia familiar tiene su peso, hijo y padre, por ese orden, se hicieron con los dos primeros premios:Fernando Díez, de 21 años, trenzó una ristra -30 cabezas- con exquisita elegancia.  Ángel, su padre, también se esmeró, al igual que RafaelMadrid, que quedó en tercer lugar. Todos son vecinos de Castrojeriz.

En cuanto a las mujeres, también dejaron patente su buen hacer y que es un trabajo que pasa de generación en generación. También fueron madre e hija las dos primeras ganadoras: Lorena Escudero y Lorena Ruiz, y en tercer lugar, Esther Antón. 100, 70 y 50 euros se llevaron, respectivamente, los tres primeros clasificados, y 25 todos, por concursar.

       Tras la degustación de la sopa y el pollo, el Ayuntamiento organizó una cena popular para las peñas y colaboradores en general en agradecimiento por el buen trabajo desarrollado para que la feria resultara un éxito. La verbena puso el punto y final a la jornada.