Triunfo para El Fandi

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La espada impidió que Padilla acompañara al torero granadino por la puerta grande del Coliseum

El Fandi ha sido el triunfador del cuarto festejo de la Feria de San Pedro y San Pablo. El granadino, con dos actuaciones de gran calado y aceptación en el tendido, salió por la puerta grande y solo una mala estocada impidió que saliera con cuatro trofeos. Cerco estuvo de acompañarle por la puerta grande Padilla, pero su desacierto con la espada en su segunda faena le privó de dicho priviliegio.

El triunfador de la jornada, El Fandi, se estrenó con el ejemplar de San Pelayo, al que cortó las dos orejas. La raza del animal le permitió lucirse con el capote y, posteriormente, estuvo certero con las banderillas y continuo en elr esto de la faena. El tendido se entregó a él y una certera estocada le permitió asegurarse la puerta grande con aún un astado por torear. Con el ejemplar de El Capea, el granadino nuevamente estuvo expresivo, pero esta vez la espada le hizo perder los trofeos, que bien podrían haber sido un nuevo par.

Juan José Padilla, muy aplaudido en su primera actuación, se entregó a un toro de Carmen Lorenzo manejable y con soltura. El jerezano acabó por redondear su oreja con una gran estocada después de haberse ganado al tendido con las banderillas y la muleta. Su buena participación previa y el toro de El Capea que le tocó en suerte para el quinto de la tarde hacían presagiar una puerta grande, pero tras una faena destacable el descabello al que sometió a su toro le dejó sin trofeo y sin premio gordo.

Quien más desapercibido pasó en la tarde del Coliseum fue quien de partida era el gran protagonista. El Cordobés no tuvo su tarde y desperdició una oportunidad de oro de regalarse una gran faena. Le tocaron en suerte dos buenos todos de El Capea y Carmen Lorenzo, pero no supo finalizarlos. En el primero, quizás el mejor morlaco del festejo, el torero estuvo bien y conectó con el público, pero falló estrepitosamente con la espada. Parecido le pasó al cumpleañero en el segundo de su lote, igualmente noble. Estuvo bien con la muleta pero finalmente lo estropeó en la suerte de matar, marchándose del Coliseum con dos ovaciones cuando perfectamente pudo hacerlo a hombros.