Unas 200 personas claman por la reducción de tráfico en la N-1

G.G.U. / Briviesca
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Familiares, amigos y conocidos de Verónica García, la última víctima mortal de la nacional, volvieron a cortar la carretera en señal de protesta por el flujo de camiones y la inseguridad

La familia estuvo arropada por amigos y colectivos como Avata, ayuda a víctimas de accidente, o Fátima Juan XXIII. - Foto: Patricia

 
«Verónica, princesa, siempre estarás en nuestro corazón» eran las palabras que se leían en las camisetas que familiares y amigos de Verónica García Gadea llevaron ayer a la concentración organizada por la Plataforma de Vecinos Afectados por la N-I en el mismo punto de la carretera en el que la joven burgalesa chocó frontalmente contra un camión el pasado 18 de julio, poco antes de llegar a Briviesca, y murió al cabo de unas horas en el hospital. La protesta de ayer fue, según alguno de los aproximadamente 200 asistentes, más numerosa que otras «quizá porque la víctima era muy joven -20 años-, quizá porque ya estamos muy hartos». De ahí que volviera a exigirse con tanta rabia o más que otras veces que se pongan todos los medios necesarios para liberar la concesión de la AP-1 antes de que se cumpla el límite en 2018 y poder reducir el tráfico de camiones por la nacional.
Como es habitual en las concentraciones organizadas por la plataforma, se cortó la carretera en el punto del último accidente mortal (el kilómetro 277) durante unos minutos. «No más de cinco, porque entonces la cola de camiones llegaría a Madrid y a Vitoria. Ese es el problema», afirmó la portavoz ocasional, Marta Saiz (Rafael Solaguren no pudo asistir) antes de leer el comunicado con las reivindicaciones habituales: ejecución «inmediata» de las obras de mejora aprobadas para la N-I, reinicio de los trabajos paralizados y licitación de aquellos aprobados desde hace años; «disminución inmediata» de la intensidad de tráfico de la nacional liberalizando la AP-1 para derivar, sobre todo, camiones;y que empiecen los trámites para convertir la autopista de pago en autovía convencional antes de 2018. «Única forma de solucionar de forma definitiva las comunicaciones en el corredor Burgos-Miranda», destacó la plataforma, que estuvo apoyada por otros colectivos como la asociación Fátima Juan XXIII.
Tras el comunicado, se guardó un minuto de silencio junto a las flores secas depositadas en la cuneta por familiares y amigos de la víctima la semana pasada. La protesta concluyó cuando la familia clavó una cruz de madera en el punto del accidente, una forma  de reivindicar más seguridad y de recordar a todos los muertos en esa calzada: 61 desde el año 2004 y dos en el primer semestre de 2014.