Autocid Ford: 88  Planasa Navarra: 60

Autocid Ford:

Planasa Navarra:

Parciales: 24-5 (primer cuarto); 22-13 (46-18, descanso): 17-22 (63-40, tercer cuarto); 25-20 (88-60, final).

Áribtros: Sánchez Ardiz y Bravo Loroño.

Incidencias: Partido correspondiente a la décima jornada de LEB Oro, disputado en polideportivo El Plantío ante poco más de 2.000 aficionados.

Autocid Ford refrendó anoche con sobresaliente el gran triunfo en Oviedo y la consistente mejoría. Encadenó su tercera victoria consecutiva ante el líder; se mostró como un bloque sólido donde todos aportan y se transformó en un auténtico rodillo frente al Planasa Navarra, un equipo anodino si le falta su principal referente, Eduardo Hernández Sonseca.

Ha costado, pero todo apunta a que la máquina está perfectamente engrasada. Todas las piezas cumplen su función y ha puesto la directa hacia lo más alto de la clasificación. Autocid Ford vuelve por sus fueros y lo hace con la rabia propia de quien ha sufrido un duro revés y no está dispuesto a padecer más traspié. Los datos reflejan el perfecto ensamblaje que ha construido Andreu Casadevall: un parcial de 13-1 (24-5) en el primer cuarto; una diferencia en la valoración brutal (63-4) en la primera parte; y una máxima ventaja de 30 puntos (46-16) poco después del descanso.

Datos fríos pero que reflejan el juego de dos equipos muy diferente: un anfitrión enrabietado y dispuesto a ir a por todo y un líder demasiado dependiente de un solo hombre. Cuando desaparece Hernández Sonseca se convierte en un bloque mediocre.

El pívot madrileño se resintió en la espalda durante el calentamiento. Con apenas dos minutos en pista en los que fue ampliamente superado por Taylor Coppenrath pidió el cambio, se marchó de la pista y fue tratado por el fisioterapeuta. Se incorporó en el segundo cuarto pero su aportación fue meramente simbólica.

Salida brutal. Con la dirección de Lluís Costa, el equipo castellano salió a la pista a un ritmo veloz. Con balones interiores, donde Taylor Coppenrath era dueño absoluto, se lograron las primeras ventajas (8-0). Un tiempo muerto de Sergio Lamua no rompió el ritmo de los de Andreu Casadevall. Los navarros pusieron en práctica una defensa más abierta, intentando impedir que los balones largos llegaran a los pívots. Su defensa fue sorteada con ataques exteriores de Jeff Xavier y Miquel Feliu.

Si el acierto era elevadísimo en acciones ofensivas, las defensivas no se quedaron a la zaga. Robaron 5 valiosos balones que cristalizaron en rápidos y fructíferos contraataques (19-1). Ni el debut del alero Jorge Romero ni los diferentes movimientos en el banquillo navarro fueron suficientes para cerrar a un motivadísimo Autocid Ford. Un triple de Albert Sàbat puso la puntilla a un primer cuarto absoluta brillante (24-5).

La abultada diferencia no relajó a los burgaleses. Los navarros apretaron un poco más en defensa, pero Autocid Ford seguía exultante y con las rotaciones no cambió el ritmo, al contrario, siguió defendiendo a un grandísimo nivel. Los navarros no veían aro y tampoco estaban seguros en el rebote, a pesar del regreso a la pista de Hernández Sonseca (27-5).

Sergio Lamua dio la dirección del juego de ataque a Alex Calvo pero los navarros seguían sin anotar con una cierta comodidad. Los anfitriones se contagiaron de los errores de sus rivales pero ese despiste duró apenas dos minutos. Un triple de Albert Sàbat (30-7) les centró nuevamente y Juan Ignacio Jasen disputó unos minutos espléndidos, con rebotes y puntos. El buen entendimiento entre Sàbat, Jasen y Taylor Coppenrath cristalizó en un juego fluido, rápido y certero, que se materializó en una ventaja de 30 puntos (46-16).

Mínima reacción. Las diferencias eran tan grandes y el encuentro estaba tan perfectamente encarrilado que los navarros se lanzaron a la desesperada tras el descanso. Apostaron por ataque rápidos y lanzamientos exteriores. No tenían su día y apenas estaban acertados. Con los fallos cambiaron a meter balones dentro y hasta Miki Servera tomó las riendas y ocupó el puesto de base. Hubo una mínima reacción, protagonizada por Pablo Almazán, pero fue insuficiente (63-40). Lo peor del tercer cuarto fueron las tres personales de Taylor Coppenrath, que le llevaron al banquillo e impidieron que mantuviera un duelo más largo con el ‘desaparecido’ Hernández Sonseca. Lo tuvo con Sergio Olmos, que jugó un gran partido junto con Michel Diouf, que reapareció en El Plantío tras la lesión, aunque un poco falto de ritmo. El último cuarto sirvió para incrementar la ventaja de Autocid Ford, parar refrendar la considerable mejoría de todos los burgaleses y para recompensar a los jóvenes José Manuel Bartolomé y Mikel Ibarguren su gran labor en los entrenamientos semanales.