Fue un milagro que V.C.D.F., de 30 años y empleado de una de las contratas que construye el AVE en el tramo de Estépar, no presentara lesiones de mayor gravedad en el accidente que sufrió tras volcar la máquina que conducía por una terraplén de unos 10 metros. Poco antes de las nueve y media de la mañana, el operario, por causas que se desconocen, se deslizó con la máquina estabilizadora que manejaba por una pendiente, dando varias vueltas de campana,

Al parecer, la cabina en la que iba el trabajador hizo de escudo protector y evitó que sufriera lesiones de carácter grave. Sus compañeros avisaron al 112 y una UVImóvil se trasladó hasta el lugar del suceso. Allí, los servicios sanitarios comprobaron que el trabajador, que se encontraba consciente, tenía la clavícula rota, además de varias contusiones, por lo que fue trasladado al Hospital Universitario de Burgos, donde quedó ingresado.

El accidente laboral tuvo lugar en la parte alta del futuro túnel de Estépar, en el monte entre esta última localidad y Buniel. V.C.D.F. realizaba en ese momento trabajos en el terreno sobre el que irá posteriormente la vía. La máquina estabilizadora que conducía se utiliza para echar cal sobre el suelo de la futura plataforma, según indicaron a este periódico fuentes del sindicato UGT. «Ha tenido mucha suerte porque la cabina ha evitado que hubiera que lamentar males mayores», apuntaron.

La máquina no pudo ser retirada hasta media tarde, dado que hasta el lugar del suceso se trasladaron agentes de la Guardia Civil para analizar las causas del accidente.

Las obras en este tramo se reanudaron semanas atrás después de varios días de paralización por un modificado.