«Hay personal y capacidad económica para empezar a traer fósiles en 2013»

Gadea G. Ubierna / Burgos
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Alfredo Pérez González • Director del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (Cenieh)

Pérez ha estudiado la geología de los yacimientos de Atapuerca, pero también de otros muchos en España y África. - Foto: DB/Jesús J. Matías

Nació en Almería en 1941 y tiene una larga y reconocida carrera como geólogo, tanto en España como en el extranjero. Se doctoró en Ciencias Geológicas por la Universidad Complutense de Madrid, en la que también es catedrático de Geodinámica Externa. A lo largo de su vida ha combinado la actividad en la empresa con la investigación y la docencia, aunque ahora está en excedencia. Empezó a trabajar en Atapuerca en 1988 y estuvo vinculado al Cenieh desde el principio, primero como asesor científico y desde finales de diciembre como director.

La dimisión de José María Bermúdez de Castro como director del Centro Nacional de Investigación (Cenieh) sobre la Evolución Humana en diciembre puso a Alfredo González de Castro en la primera línea del centro, aunque este geólogo de 71 años formó parte de su creación y puesta en marcha desde el primer día. De hecho, asegura que está tan al día de lo que ocurre en el centro, ubicado en el complejo de Caballería, que no ha necesitado ningún consejo de su antecesor. «No hace falta que me dé consejo porque hemos estado trabajando codo con codo. Yo ya sé los problemas que tenemos aquí», explica, destacando que, ahora, le llega el turno de intentar resolverlos y de acercar el Cenieh del 2013 al centro que se proyectó antes de que la crisis asfixiara.

¿Cuáles son sus retos?

Hay muchos, aunque dos son fundamentales:por un lado, explicar lo que es el Cenieh. Desde el año 2007 es una instalación científico técnica singular. Eso significa que tiene que estar abierta a terceros, a otros investigadores, a otros científicos e incluso a la empresa. Nosotros no solo tenemos que hacer ciencia, sino dar un servicio, intentar que las empresas vengan a este centro a hacer sus trabajos, bien de desarrollo bien de innovación, utilizando las infraestructuras que tiene el Cenieh. Esto nos lo exige el consorcio. ¿Por qué? Porque necesitamos una mayor capacidad de autofinanciación. Parecía que en la ciencia no había que hablar de economía, pero ahora, con los equipamientos y con las inversiones que ha hecho la Comunidad y el Estado, tenemos que dar servicio a terceros. Es ineludible.

¿Y ya están generando recursos?

Sí. Quizá no en la cantidad que nos están pidiendo ahora, pero el Cenieh está dando servicio a otros investigadores y centros. De ahí obtenemos recursos que se pueden medir en decenas de miles de euros al año.

¿Sabe cuál es la cifra exacta?

Sí, pero prefiero no darla. Prefiero hacerlo al final del 2013, entre otras cosas porque los recursos que hemos generado en 2012 debo darlos a la comisión ejecutiva y al consejo rector, que son los primeros que deben saberlo. Son recursos del orden de 80.000 o 100.000 euros.

¿Cuánto les redujeron el presupuesto en 2012 y qué previsión tienen para 2013?

Tenemos una especie de contrato hasta 2016. La reducción ya se produjo y este año, en principio, no tendremos.

En principio se habló de 39 millones hasta 2016, pero esa proyección no se ha cumplido. ¿Cuánto presupuesto manejarán en 2013?

No sé las cifras exactamente, pero creo que el mismo de 2012. Son algunos millones de euros, pocos, del orden de 4.

El centro partió con la idea de tener 40 investigadores y en este momento son 15. ¿Para cuándo más contrataciones?

Ahora ya somos 16. Es verdad que las proyecciones en 2008 eran de cuarenta y tantos investigadores y otros tantos técnicos. La previsión era de noventa o cien personas en total. Todo eso se quedó en el año 2008 y bastante que en este momento hemos conseguido ser 46 personas fijas tanto como científicos como técnicos y parte gerencial. Digamos que nos hemos quedado a la mitad.

¿Se prevé reducción?

No. Parece que, en principio, las Administraciones nos van a tratar bien. Quiero confiar. Este centro es único, son millones de euros los que hay invertidos y lo lógico es mantenerlo al nivel que tenemos ahora. Creo que la Junta, como se dice vulgarmente, está por la labor, y nosotros tenemos que responder.

¿Y el ministerio está tan por la labor como la Junta?

Bueno, no sé. Es cierto que, probablemente, el compromiso de la Junta sea mayor porque es el único centro de investigación abierto en la región. El Ministerio tiene intereses más diversos.

Otro gran reto era albergar y custodiar los fósiles de Atapuerca. ¿Cree que será posible en 2013?

Iniciarlo sí. Esa es otra de las exigencias que tenemos. Es un recurso que tiene que estar aquí. Primero, porque los fósiles son propiedad de la Junta de Castilla y León. Y ha habido inversiones muy fuertes para poder albergar todos estos registros.

Hasta ahora, se dijo que el problema para traerlos era económico y de personal. ¿Ahora cuál es?

No hay problema. Lo único es que tenemos que protocolizar cómo van llegando estos objetos aquí, hablar con la Junta y con los codirectores de Atapuerca. Pero el centro tiene personas, tiene científicos, restauradores y toda la infraestructura de gerencia. El centro puede, perfectamente, empezar. Y luego hay posibilidad de obtener dinero, no de las Administraciones, pero sí de alguna Fundación. Esto es un patrimonio cultural y hay muchas fundaciones que apoyan todo lo cultural.

 ¿A qué se refiere cuando habla de protocolizar?

A ver cómo llega, cómo lo trasladamos, qué es lo primero que llega, que es lo que llega luego… Hay que pensar que hay registros arqueopalentológicos y líticos desde hace más de 30 años. Hay mucho material y esto hay que analizarlo bien y, naturalmente, llegar a un acuerdo con las personas que están trabajando todo esto porque no es cuestión de quitar nada a nadie. Se puede llegar a acuerdo en el sentido de que el Cenieh está perfectamente preparado para que determinadas colecciones puedan ser estudiadas aquí, tranquilamente.

Pero, ¿no había ya un acuerdo para traer los fósiles de Atapuerca al Cenieh?

No, no. Por eso hay que protocolizarlo, pero hay una idea clara de que las colecciones tienen que estar aquí, y de que hay que hacerlo de manera ordenada. Estamos preparados para recibirlas. Tenemos personal y capacidad económica para empezar.

Hablaba antes de Fundaciones. ¿Con cuáles han hablado o cuáles son susceptibles de aportar fondos?

No hemos hablado con ninguna. Tenemos un pequeño análisis y tenemos que hablar también con las Administraciones, pero estoy seguro de que las Administraciones, como toda la ciudad de Burgos, están deseando que las colecciones vayan llegando ya aquí. Esto es un patrimonio de la ciudad.

¿Cree que la ciudad lo valora como tal, es decir, cree que los burgaleses saben exactamente qué se hace en el Cenieh?

Aquí el problema es que hay pesos pesados alrededor. Un peso pesado es, evidentemente, la excavación de Atapuerca. Otro es la Fundación Atapuerca, lleva más tiempo y la gente lo conoce más, lo cual es lógico. Luego hay un peso pesado que empieza a tener su propia vida, que es el Museo Evolución Humana (MEH). Y después hay un centro de investigación, que no es que sea pequeño, pero es otra cosa. Y posiblemente se llega menos porque no tiene la visibilidad que pueda tener el MEH, la Fundación Atapuerca y las excavaciones, que son noticia todos los veranos. Esa es una labor de 30 años y el Cenieh aquí lleva tres. Somos un centro jovencísimo. Hemos hecho muchas cosas, tenemos actividades, pero, como centro de investigación, la visibilidad no es una tarea fundamental. No podemos dedicarnos continuamente a tener visibilidad. El nombre hace mucho, pero aquí hacemos de todo lo que podemos, que es mucho más que la evolución. También somos capaces, y es lo que nos están pidiendo, de hacer cosas aplicadas o que, al menos, tengan una proyección no estrictamente investigadora.

El Cenieh va a tratar de desvincularse de Atapuerca.

Claro. Es que el Cenieh no es Atapuerca. Atapuerca es un proyecto muy importante, naturalmente que sí, y el centro no puede perder estar en ese proyecto. Pero el Cenieh está trabajando en todo el mundo a nivel de yacimientos: estamos en Etiopía y Tanzania, Argelia y Marruecos; en la Península Ibérica en muchísimos sitios. Lo que pasa es que Atapuerca tapa muchas cosas.

El centro contaba con comenzar con siete programas y finalmente fueron cinco. ¿Están al cien por cien en estos cinco?

No, si tenemos 16 científicos y esos programas pretendíamos desarrollarlos con 45… No, evidentemente no.

¿Para cuándo esperan, no ir al cien por cien, sino poder incrementar sus posibilidades?

No los sabemos. Eso va a depender de la recuperación del país. Y de que pueda llegar al mundo de la ciencia, porque aquí la primera recuperación es el empleo. Como Alfredo Pérez González lo entiendo perfectamente.

¿Qué media de edad tienen los científicos del Cenieh?

Es joven. La mayoría llegaron por concursos internacionales y, posiblemente, los más viejos seamos Bermúdez [José María Bermúdez de Castro] y yo. El resto no llegan a los 40 años o tienen treinta y pocos. Y pasa lo mismo con los técnicos. Esto muy bueno porque es gente que está puesta al día. El Cenieh es muy buena apuesta de futuro para cualquier director. De futuro y de presente.

¿Han tenido estancias de extranjeros?

Sí claro, ahora exactamente tendría que mirarlo.

¿A estos investigadores se les cobra algún canon, tal y como comentó su antecesor en alguna ocasión?

No, eso es una colaboración científica y no es habitual en este tipo de relaciones. Los ingresos para la autofinanciación se obtienen por contratos con empresas e investigación. Si viene a utilizar los laboratorios con sus muestras tiene que pagar, como todos, las tasas, pero nada más. Con los equipos tan caros que hay aquí, si tuviéramos que aplicar amortizaciones sería prohibitivo. Recibir científicos de todos los sitios es una obligación.

¿Cuál diría que ha sido el mayor logro del Cenieh hasta ahora?

El nacer. Se ha puesto en marcha con poquísimas personas. Yo estuve involucrado y puedo dar fe de que poquísimas personas hemos sido capaces de diseñar los equipamientos, de sacar los contratos públicos y, además, de que lleguen los equipamientos y ponerlos en marcha. Esto no es normal. Se ha trabajado muchísimo, sobre todo en el 2008 y parte del 2009. Todo eso entre seis u ocho personas.

¿Se ha evaluado ya a los científicos del centro?

Eso es algo que también tenemos que hacer. Mi contrato, de hecho, es de dos más dos; es decir, se me va a evaluar dentro de dos años. Si no he funcionado me van a decir ‘Alfredo vete’, pero eso significaría que el Cenieh tampoco ha funcionado. Evidentemente, aquí todos somos corresponsables. Estas evaluaciones van a empezar este año, es obligatorio.

¿Echa en falta la docencia?

Yo soy un profesional y me adapto perfectamente a mis situaciones. He estado siempre dando clases, al mismo tiempo trabajaba en el Geológico Minero, era empresario, director de un centro de investigación en el CSIC. Cuando no he tenido que dar clases me he dedicado a la gestión y cuando he tenido que dar clases, las he dado. Ahora sigo dando alguna charla y, por la edad que tengo, creo que tengo mayor satisfacción en intentar que el Cenieh vaya adelante. Indudablemente, es uno de mis últimos trabajos, aunque estoy dispuesto a aguantar hasta la edad que sea.