Google, Apple, eBay, Facebook... Son algunas de las grandes empresas de internet que existen hoy en día. Todas se encuentran en Silicon Valley, una región en la zona sur de la bahía de San Francisco que aglutina los negocios más innovadores del mundo. Allí viajó el burgalés César Martín Hernández como ganador del certamen local del concurso Yuzz de talento innovador con ideas de base tecnológica. Esta iniciativa, impulsada por la fundación Banesto, busca promocionar y promover la innovación entre la juventud.
Martín se presentó con su proyecto www.sapeando.com, un portal de videotutoriales. «Nuestro factor diferenciador es la calidad, tanto técnica, como humana», afirma. Dentro de unos meses, se dará a conocer quiénes se hacen con los premios a nivel nacional, entre todos los vencedores de las distintas ciudades españolas que viajaron a Estados Unidos. El primero de los galardones está dotado con hasta 30.000 euros, el segundo con 20.000 y el tercero con 10.000.
Pero esto no es lo que más le preocupa. Él y su equipo pretenden mejorar su oferta. «Queremos hacer la mayor comunidad de videoaprendizaje de alta calidad, en castellano», manifiestan. Para ello van a añadir a su oferta cursos más específicos de pago, y la posibilidad de ofrecer clases virtuales en vivo. Tienen un objetivo claro: «Cuando alguien quiera aprender algo, que vaya a sapeando.com».
Está muy seguro de que internet es el presente y el futuro del mundo audiovisual en el que su empresa se mueve. Actualmente su modelo de negocio se basa en la publicidad, pero opina que tener que pagar por ciertos contenidos en la red tiene viabilidad; sobre todo en el mercado latinoamericano y en Estados Unidos, donde existe más costumbre. «Estamos en contra de precios abusivos, pero también hay un trabajo detrás que se tiene que valorar», responde Martín.
En su viaje a Silicon Valley visitó las oficinas de las grandes corporaciones de internet y extrajo algunas conclusiones. «Allí los empresarios miman a los trabajadores y ellos rinden al máximo. Por lo general no tienen horarios, pueden despertarse tarde y trabajar desde casa... Y lo hacen», asegura. Cree que para que un negocio funcione realmente «la clave es dedicarte a lo que te hace feliz».
Declara que allí se vivía «un microclima de emprendimiento» y una actitud frente al trabajo que le gustaría que se importase a nuestro país. «Posees un gran equipo, una buena idea y te gusta lo que haces... Lo tienes todo», expone.
En estos tiempo de crisis en los que tanto se usa la palabra ‘emprendedor’, este joven burgalés se ha arriesgado a llevar adelante su idea, como quien aporta todo su amor a una relación de pareja.
Iniciaron su andadura como sociedad limitada el 29 de febrero de este año. «Siempre seremos una empresa joven», bromea. Un buen humor que marca su actitud frente al trabajo y, sobre todo, frente a la vida. Una forma de ser que le ha llevado a luchar por lo que quiere y encima conseguirlo.