¿Dónde estabas tú en el 85?

Angélica González / Burgos
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Jesús Toledano da los últimos retoques al libro 'Si te dicen que salí', un paseo histórico-nostálgico por los bares y discotecas de los ochenta. De imprescindible lectura para quienes anduvieron por sus barras y bailaron su música

La Calle, pub inaugurado en 1985, recreaba un ambiente urbano con un viejo Cadillac y un buzón de Correos.

Para muchas personas que ahora rondan -o pasan de- los cuarenta oír hablar de La Pécora, La Calle, el Ópalo, Pipen’s, El Patadón, New Gallery, el Mármedi, el Contrapunto, Los Mellizos, Tu Bar, Mi Bar, Crisis, Metropol, Cachivache, Armstrong o Volta está indefectiblemente ligado al sabor del primer beso, a ese pitillo iniciático que supo a rayos, a un cubata nunca antes catado, a las carreras para coger el autobús con el que llegar a casa a la hora indicada y, en definitiva, a todo lo vivido en la primera juventud y ante lo que es imposible ahora no sentir un escalofrío. Pues que se preparen. Porque el escritor Jesús Toledano está dando las última pinceladas a su nuevo libro Si te dicen que salí, donde hace un repaso  de todos aquellos locales donde se hizo mayor toda una generación de burgaleses.   

Y lo ha hecho documentando  históricamente cada uno de los locales que más se clavaron en los corazones de aquellas tribus urbanas. Leyendo este catálogo de nostalgia, no solo se consigue un importante nudo en el estómago sino que se aprenden cosas como que El Diablo Cojuelo fue el primer local que tuvo licencia ‘para la apertura de bar-pub musical’, una normativa que vio la luz en mayo de 1983; que en el Torrington se personó el mismísimo Javier Gurruchaga para pedir perdón y pagar los desperfectos ocasionados por algún miembro de la Orquesta Mondragón que se salió de madre después de un concierto o que en el Metropol Loquillo se comió un sandwich con la mayonesa casera que hacían en el propio pub.

La radiografía de cada uno de los bares va precedida por una estrofa de una canción de la época. En las páginas de Si te dicen que salí está parte de la banda sonora de aquel tiempo: Danza Invisible, Los Enemigos, Golpes Bajos, El Último de la Fila, Joaquín Sabina y Viceversa, Ducan Dhu,  La Unión, Barón Rojo, Los Suaves, Olé Olé, Alarma,  Radio Futura, Leño, La Polla Récords, Aviador Dro y muchos más. Cada capítulo se cierra cuenta con el testimonio -muchas veces, emocionado- de un burgalesito o burgalesita de a pie de los que recorrieron todas aquellas barras en las que se vivieron noches y madrugadas memorables en la calle Fernán González, Las Llanas, las Bernardas (qué riadas de gente a las cuatro de la mañana de una zona a otra) y las Bernardillas de Gamonal.

La Editorial Gran Vía va a ser la encargada de que vea la luz esta obra, que cuenta con la colaboración del presidente del Colegio de Arquitectos, Félix Escribano, quien reflexiona sobre los cambios experimentados en el espacio festivo por excepción que fueron (y son) Las Llanas. También el escritor Óscar Esquivias relata sus recuerdos de esa época.