La solicitud de compatibilidad presentada por la diputada provincial de Imagina Burgos, Sara Hojas, para desarrollar una segunda actividad laboral, dado que cuenta con dedicación exclusiva a media jornada en la institución provincial -por la que percibe 19.985 euros al año en 14 pagas- al margen de la asignación que percibe como concejala del Ayuntamiento de Burgos por asistir a comisiones y plenos, ha suscitado críticas del resto de grupos que lo consideran «incoherente» con la postura de la formación local ante peticiones similares de funcionarios en base al lema «una persona, un trabajo».

La solicitud para trabajar como monitora de natación cuatro horas los domingos para Arasti Barca, se analizó en la última Comisión de Personal donde se informó favorablemente con los votos de PP, PSOE y C’s y la abstención de Imagina, cuyo portavoz, Marco Antonio Manjón, trató de ausentarse para no pronunciarse «pero -aclara- el presidente no me lo permitió».

El portavoz del grupo popular Borja Suárez, defiende que respaldaran el tema, que irá al próximo Pleno, porque es una materia reglada ante la que poco pueden decir más allá de tener un criterio permisivo o más restrictivo: «Hasta ahora ha sido permisivo y siempre y cuando estén dentro del margen reglamentario las votamos a favor».

Sin embargo recrimina que otros grupos se pronuncien en contra en otros casos, como PSOE y C’s, y muy especialmente con la rotundidad Imagina. «Aquí se da la paradoja de que quien pide la compatiblidad tiene media liberación y es diputada. Y parece que el criterio cambia», advierte.

En cualquier caso revela que se ha planteado una «duda jurídica», que debe resolver un informe de Secretaría, ya que Hojas se incorporó al segundo trabajo en febrero, antes de ser autorizada. «Debe aclarar si se puede hacer», indica.

Su homólogo socialista, David Jurado, justifica su apoyo «como al de muchos funcionarios que lo solicitan» en que los informes eran favorables. «Si es compatible, pues perfecto», manifiesta, si bien reconoce que el hecho de conocer a posteriori que comenzó a trabajar con anterioridad «cambia la cosa».

El primer partido de la oposición tacha de «incoherente» a Imagina, que se ha opuesto a compatibilidades «por considerarlo un pluriempleo». «Ha pasado de la nueva política a la realidad. En campaña decía que las dedicaciones exclusivas de los políticos no tenían que darse. Cuando entraron en las instituciones dijeron que sí y tienen bastantes. Y ahora un paso más solicitando compatibilidades. Antes los que lo hacían eran casta y ahora...», manifiesta.

Al portavoz de C’s, Lorenzo Rodríguez, no le parece mal la compatibilidad de Hojas a diferencia de las que se han negado solicitadas por funcionarios con contrato de ocho horas que pretendían trabajar otras cuatro por la tarde «porque luego no va a rendir», pero advierte de que su postura en el Pleno dependerá del informe sobre la incorporación previa. «Ahí podrían surgir problemas», indica.

La interesada explica a DB que es tan solo de un contrato de cuatro meses de cuatro horas semanales. Defiende que antes de firmarlo consultó con el secretario de la Diputación «y me dijo que no había ningún problema porque eran muy poquitas horas, que no hacía falta ni siquiera pedir la compatibilidad pero que si quería que la solicitase para quedarme yo tranquila».  Disponía  de 20 días para hacerlo y asegura que lo solicitó en tiempo y forma. «Es un tema que no tiene más importancia porque estoy  a media jornada, son cuatro horas a la semana, cuatro meses, ni siquiera es un día lectivo y es una actividad que ya venía desarrollando de antes. Todo el mundo conocía que era monitora y socorrista», esgrime.

DESACREDITACIÓN

El portavoz de Imagina rechaza que apliquen una doble vara medir. Argumenta que Hojas planteó al grupo la posibilidad de continuar con esta actividad y se entendió que no incumple el código ético de la formación «porque no entra dentro de lo que consideramos un doble trabajo y el dinero es insignificante».

Manjón niega que sea incongruente con su política habitual, asegurando que miran caso por caso y si «por principio» se oponen a la compatibilidad de funcionarios con contratos de ocho horas y sueldo suficiente que la piden para otra actividad que supone otras cuatro o seis horas, principalmente impartir clases, «porque o resta tiempo de su trabajo habitual o lo está haciendo mal», en casos como el de una limpiadora contratada dos o tres horas que necesitaba completar su salario lo han respaldado. A su juicio la situación creada por esta insignificancia es «esperpéntica» y  busca desacreditarles de cara a la campaña electoral.