Los proveedores también apagan sus llamas

G. Arce / Burgos
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Smurfit Kappa ha visto reducida un 7% su producción de embalajes. Acciona despide a 26 trabajadoras de limpieza. Rámila pierde 28 rutas. Logiters 4 camiones diarios. Serbusa recoloca a 7 empleados de mantenimiento. Frioes XXI espera acontecimientos

En la planta de Villalonquéjar de Smurfit Kappa trabajaban en la tarde de ayer en la unión y plegado de los embalajes destinados para los productos de pavo de Campofrío. - Foto: Jesús J. Matías

El impacto del incendio de Campofrío ha sido muy intenso en la economía burgalesa y tendrá un largo y complejo recorrido, al menos, hasta que la nueva planta sea una realidad. Para este periodo de espera, que se ha estimado en dos años, se están preparando las empresas auxiliares que trabajaban para la fábrica de La Bureba y cuya actividad se ha visto trastocada en mayor o menor medida desde el pasado 16 de noviembre. De entrada, hay que subrayar que entre las firmas consultadas hay unanimidad a la hora de ponerse a disposición de la multinacional cárnica -un cliente estratégico e histórico para muchas de ellas- y, pese a que el impacto del siniestro en su actividad ha sido fuerte, mayoritariamente mantienen el empleo afectado y están buscando alternativas dentro o fuera de Campofrío.

En la Oficina Territorial de Trabajo no se ha presentado esta semana ningún ERE vinculado al incendio, salvo el temporal que afecta a la plantilla propia de la cárnica (tramitado desde Valladolid). Sí se han producido consultas sobre esta cuestión y algunas de las empresas auxiliares reconocen que están atentas para ver si podrían acogerse a ayudas públicas puntuales para ajustar sus plantillas si fuese necesario, afectando, eso sí, lo menos posible al bolsillo de sus empleados. Todos insisten:Quedan dos años por delante en el mejor de los escenarios y eso es mucho tiempo para una empresa...

Acciona Service

«Hoy hemos tenido nueve despidos más»

La única excepción en la preservación del empleo ha sido Acciona Service, la compañía encargada de las labores de limpieza y mantenimiento, que ya ha despedido a 26 de los 37 empleados (en su mayoría mujeres) que trabajaban de forma permanente en la fábrica. Los primeros 17 despidos se comunicaron el lunes y ayer fueron otros 9, con el justificante de «fin de obra». La decena de trabajadoras que quedan están recolocadas temporalmente en plantas locales de Campofrío. Hay mucha incertidumbre entre las afectadas...

Los representantes sindicales de estas trabajadoras, que cuentan con la solidaridad del comité de Campofrío, intentan a la desesperada negociar un ERTEen condiciones similares a las que se logren en Campofrío y que permita a las despedidas acogerse a las ayudas públicas planteadas. Acciona Service, por su parte, declinó ayer comentar la situación creada con Campofrío arguyendo que es una relación con un cliente.

Smurfit Kappa

«No se toca el empleo ni los turnos»

El impacto en la actividad de Smurfit Kappa, el fabricante de embalajes de cartón, ha sido también importante. Desde el 16 de noviembre el volumen de producción ha caído un 7%, lo que no ha tenido incidencia en una plantilla de 141 empleados ni en sus turnos de trabajo. La Bureba era la fábrica más importante a la que suministran embalajes desde las plantas de Villalonquéjar III y Gamonal; pero no es la única, también trabajan con Jamones Burgaleses, Carnes Selectas y con las fábricas de Ólvega y Madrid. «Somos proveedores de Campofrío desde hace más de 20 años y existe una relación de socios pues incluso trabajamos mano a mano en los diseños de los embalajes que emplea la firma», explica el director, Ángel Gómez, que añade que están buscando alternativas en el mercado para suplir la repentina caída de la producción.

Autocares Rámila

«Perdemos 28 servicios»

Desde el 16 de noviembre, Autocares Rámila ha dejado de prestar 28 servicios diarios a la planta de La Bureba, en horarios de mañana, mediodía y noche. Esto supone infrautilizar una parte importante de su flota de autobuses, que han pasado de 6 servicios diarios a solo 3, muchos de ellos a colegios.

José Antonio Rámila, responsable de la firma, detalla que están pendientes de ver si pueden reanudar algún viaje con Jamones Burgaleses y las oficinas aledañas deMobusa y sumar otros más al polígono de Villalonquéjar (Carnes Selectas)y Villafría (Almacén de Producto Terminado), lo que supondría recuperar hasta 5 de los servicios perdidos.

«Estamos reorganizándonos, pero todavía no hemos obrado en consecuencia a la espera de ver cómo quedará la actividad», detalla Rámila, quien reconoce que «intentaremos pasar estos dos años con el mínimo daño posible y sin afectar a nadie», aunque no descarta un ERE si las circunstancias lo requieren, eso sí, «hablando entre todos y con el mínimo daño posible», incluso acogiéndose a las ayudas públicas planteadas. Nada es descartable pues quedan muchos meses por delante.

Campofrío es el principal cliente industrial de Autocares Rámila, de hecho, llevan prestando servicio a La Bureba desde su inauguración en 1997, al igual que al resto de fábricas locales de la cárnica.

Logiters

«La Bureba era nuestro pulmón logístico»

El operador logístico Logiters, con sede en Villalonquéjar, se ocupaba de todo el movimiento de mercancías entre las plantas productivas de Campofrío -entre ellas la de La Bureba- y la red de almacenes de producto terminado de cárnica, ubicados principalmente en Villafría. Cuatro camiones trabajan de manera permanente por turnos, desde las 6 de la mañana hasta las 11 de la noche, en la cadena logística de los 300 productos diferentes que salían de La Bureba. «El pulmón era la planta siniestrada, con lo cual no hay opción a que estos camiones tengan actividad ahora», explican desde Logiters, que no ha tocado el empleo por estas circunstancias. «Estamos buscando alternativas, pero aún es pronto y hay que dar tiempo para que el cliente se pueda recomponer».

Serbusa

«El incendio toca al 10% de lo que facturamos»

La empresa de mantenimiento industrial tenía siete trabajadores de forma permanente en La Bureba y, además, desde hace muchos años. Actualmente permanecen dos en el complejo fabril para labores de apoyo y el resto están en Carnes Selectas. «No sabemos por cuánto tiempo porque el momento es aún confuso y no nos han asegurado nada... Trabajamos semana a semana, día a día», reconoce Rocío Sánchez, directora de la compañía.

Campofrío supone entre un 10% y un 12% de la facturación total de esta empresa con 70 trabajadores en plantilla y que también presta sus servicios en fábricas como L´oréal, Ubisa, la Fábrica de la Moneda o Bridgestone, entre otras.   

Frioes XXI

«Estamos llenos y a la espera de acontecimientos»

Campofrío es una de las razones por la que Burgos es un referente nacional en la logística del frío. La cárnica tiene contratadas gigantescas neveras para almacenar su producción con destino al mercado nacional e internacional. Estas naves, apunta Ignacio San Millán, responsable de Frioes XXI, continúan llenas con mercancía, concretamente de Carnes Selectas, aunque permanecen a la expectativa y en contacto permanente con su cliente para ver en qué medida la redistribución de la producción perdida en La Bureba a otras plantas nacionales e internacionales puede afectarles. «Por ahora estamos tranquilos y la espera de cómo reordenen su trabajo...».