Los habitantes de Regumiel de la Sierra se quedaron ayer de piedra cuando supieron que su vecino Esteban Ibáñez Pascual había muerto en la CL-117. El accidente que acabó con su vida fue más que desafortunado. El Mitsubishi Montero que conducía (Quintanar) se cruzó con un camión cargado de madera a la altura del kilómetro 28, en una curva. Justo en ese momento parte de los troncos se movieron en el remolque y fueron a caer justo encima del todoterreno, al que desplazó fuera de la carretera. El techo del vehículo quedó totalmente destrozado y su conductor falleció en el acto. Su cuerpo quedó atrapado y fue necesaria la presencia de los bomberos de Salas de los Infantes y Quintanar para rescatarlo.

El accidente ocurrió a las 14 horas y la noticia llegó rápidamente hasta su pueblo. Esteban Ibáñez, de 36 años, era ganadero y tratante, más conocido por esta segunda actividad, que incluso ejercía en otras provincias. Algunos le conocían por su apodo ‘Fonsi’, ya que su padre se llamaba Alfonso. Su esposa es maestra en Quintanar y deja dos hijos de 6 y 4 años. «Era muy querido en el pueblo, un trabajador a tope; si alguien tenía un problema, él era el primero en ayudar», explicaba ayer la alcaldesa, Isabel Andrés.

Una UVI móvil acudió hasta el lugar del suceso, pero los médicos nada pudieron hacer por la víctima. El conductor del camión, según indicaron a este periódico, trabaja para una empresa de la zona y es de Vilviestre.

Accidente en Villalonquéjar. La suerte que le faltó ayer a este vecino de Regumiel la tuvo un joven de 21 años en la A-231, a la altura del acceso a Villalonquéjar. Se empotró contra un camión y su coche quedó debajo, pero J.A.C.D. solo sufrió heridas leves. E.J., un ciclista de 26 años, resultaba herido ayer en un siniestro con un turismo en la calle Camino Casa la Vega. En la BU-530, en Quintana Martín Galíndez, hubo otro herido al salirse su coche de la vía. Se trata de A.C.G., de 46 años, quien fue trasladado al hospital Santiago Apóstol, de Miranda.