Si la Dirección General de Tráfico programara campañas especiales de control de velocidad todas las semanas en Burgos se ‘forraría’. Entre el 18 y el 24 de abril el Subsector de Tráfico de la Guardia Civil sacó a pasear todos sus radares móviles y multaron a 1.140 conductores que superaron los límites de las vías por las que circulaban. Esa cifra representa el 6,5% de los 17.490 vehículos que controlaron durante esas siete jornadas.

En la provincia de Burgos fue donde más controles se establecieron y más denuncias se tramitaron. En León los radares vigilaron a 16.193 coches y multaron a 947. En Valladolid 14.726 automóviles pasaron por delante los cinemómetros móviles de la Benemérita y 639 fueron sancionados. Estos tres territorios son donde fueron detectados más infractores. En la parte de abajo se sitúa Soria, con 361 multas y 5.573 coches controlados, y Zamora, con  344 y 5.640 respectivamente.

El último estudio de medición de velocidad de la DGT revela que las vías convencionales con límite de 90 kilómetros por hora son las carreteras donde más se incumplen las restricciones. Cuatro de cada diez conductores superan la velocidad permitida y el 25% circula a más de 100 por hora. En el caso de las limitadas a 100 el porcentaje de vehículos que no respeta la norma es algo menor.

La DGT recuerda que el pasado año murieron en Castilla y León 24 personas a causa de la velocidad inadecuada, el 16% del total de fallecidos en las carreteras. Y es que un aumento de la velocidad del 5% provoca aproximadamente un incremento del 10% en los accidentes que causan traumatismos, y del 20% en los siniestros con víctimas mortales.

Además, a partir de 80 por hora, reseña la DGT, es prácticamente imposible que un peatón salve la vida en un atropello. A una velocidad de 30, el riesgo de muerte del peatón se reduce a 10%. Asimismo, llevar una velocidad adecuada podría evitar una cuarta parte de los muertos en accidente de tráfico. A 120 kilómetros por hora se necesita una distancia superior a un campo de fútbol para detener el vehículo.

Incumplir los límites conlleva una infracción grave o muy grave, sancionada con multa de 100 a 600 euros y la pérdida de entre 2 y 6 puntos, dependiendo del exceso de velocidad cometido. En el caso de superar la restricción en 60 kilómetros por hora en vía urbana o en 80 en vía interurbana, el Código Penal lo tipifica como delito y es castigado con la pena de prisión de 3 a 6 meses o a la de multa de 6 a 12 meses o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días, y, en cualquier caso, a la retirada del carné entre a uno y 4 años.